Hace unos días se un joven del barrio madrileño de Malasaña, denunció que fue víctima de un ataque homofóbico, él dijo que fue agredido por ocho individuos encapuchados, que le grabaron la palabra maricón en una nalga, este miércoles el joven confeso que “Fue consentido, en casa de otra persona con la que mantuve una relación sexual”.
El joven confeso que fue un juego sexual masoquista, finalmente reconoció a la Policía española, que lo hizo para ocultarle a su novio que las heridas y laceraciones fueron por mantener relaciones consensuales con otros dos hombres.
De acuerdo, con la información de la policía, después de que el chico sostuvo prácticas sexuales con dos hombres, vio la gravedad de las heridas, con las marcas de una navaja en el labio y la palabra maricón en su glúteo, decidió llamar a su pareja. El novio fue a auxiliarlo y curó sus heridas.
La falsa víctima no quería que su novio supiera que le había sido infiel con dos hombres en su casa, por eso inventó la versión de que había sido atacado por ocho hombres afuera de su casa, pero su pareja insistió en que fueran al centro de salud, al ver la gravedad de las heridas, al llegar al hospital la enfermera que lo atendió, le dijo que le comunicaría a la Policía lo ocurrido, siguiendo el protocolo de agresiones.
Desde el principio de la investigación los agentes estaban desconcertados pues el joven no quería denunciar y fue “arrastrado” por su pareja hasta la comisaría.
Durante las investigaciones no llegaban a nada, pues no había ningún ataque registrado en las cámaras de vigilancia, además varios vecinos interrogados por los agentes no oyeron ni vieron nada, no había ni un solo testigo de la brutal agresión.
Al no encontrar pruebas del ataque y las contradicciones de la denuncia inicial, la policía llamó de nuevo a la supuesta víctima, ya que, la investigación no cuadraba, fue entonces que el joven se derrumbó y admitió que la historia “se le había salido de las manos” y que “solo quería tapar” lo ocurrido para que no se enterara su novio.
Después de su declaración, la Policía Nacional ha cerrado el caso para mandarlo ante la Fiscalía para imputársele el delito de denuncia falsa, si así lo considera, el cual podría tener una pena de entre seis meses y dos años de prisión.
El ministro de Interior Fernando Grande-Marlaska ha dicho este miércoles en LaSexta, después de que el joven reconociera que había mentido, que esta denuncia es “anecdótica” y que no debe servir para banalizar la homofobia. “Si frivolizamos con lo ocurrido mucha gente se va sentir todavía más coaccionada. Esa gente que denuncia quizá [pase a] no denunciar, a quizá pensar que no se la crea. Lo único que pido es que no haya voces irresponsables”, ha añadido.
A pesar de este caso fue falso, en España continúan las protestas por parte de colectivos LGBT+, el grupo Marika Madrid, ha comunicado que mantiene la convocatoria. “¿Sabéis por qué?”, dicen en un comunicado en Instagram: “Porque estos últimos días también ha habido agresiones en Toledo, Melilla, Castellón y Vitoria. Porque a Samuel lo mataron por ser maricón. Porque todes les que estáis leyendo esto habéis tenido que sufrir la violencia, el acoso, el miedo y el peligro de muerte”.
También el Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (COGAM) mantiene su convocatoria de este sábado: “El caso de este chico [el caso de Malasaña] ha sido como cuando te pinchan y reaccionas, por lo brutal que parecía. Pero la realidad es que las víctimas están ahí, se producen todos los días, en todas partes. Y por eso tiene sentido mantener la concentración”, explicó Carmen García de Merlo, presidenta de COGAM, informa Pilar Álvarez.
“La mantenemos [la convocatoria] para protestar porque Madrid tiene dos leyes [una ley sobre personas trans y otra genérica del colectivo LGTBI, aprobadas en 2016] que no se cumplen. Y porque no podemos dejar de lado a las víctimas. Mañana podemos ser cualquiera de nosotros”.
Con información de El país
