A unos días de iniciar su pontificado, León XIV muestra una postura preliminar hacia la comunidad LGBT+, despertando muchas reacciones.
El pasado viernes 16 de mayo, el Papa León XIV ofreció su primer mensaje dirigido al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede.
En un discurso cargado de contenido doctrinal y geopolítico, León XIV subrayó que “la familia se funda sobre la unión estable entre el hombre y la mujer”.
Esto fue interpretado como una señal de endurecimiento frente a la comunidad LGBT+.
Esto no es del todo inesperado. Como prior de la orden agustiniana, ya en 2012 había cuestionado lo que él llamó “estilo de vida homosexual”.
Ante esta situación, la misma prensa italiana comenzó a publicar reacciones de grupos y organizaciones LGBT+ acerca de estas declaraciones del pontífice. El diario italiano «La Repubblica» publicó:
“Es un mensaje que vuelve a poner en el centro una idea excluyente de familia y corre el riesgo de distanciar a quienes se sienten parte de la Iglesia pero viven realidades diversas”.
Las comparaciones con la postura de su predecesor, el Papa Francisco, fueron inevitables. Aunque Francisco nunca modificó la doctrina, si buscó un lenguaje pastoral que acogiera a la comunidad LGBT+.
Algunas personas afirman que, en una era de hostilidad hacia la comunidad LGBT+, el mensaje de León XIV podría causar un impacto negativo en países con gobiernos de derecha y mayoría católica.
Activistas y asociaciones como Arcigay expresaron su preocupación ante las palabras del pontífice estadounidense:
“Hablar de familia de forma excluyente no solo discrimina, sino que ignora realidades de millones de católicos que viven otras formas de afectividad. El Papa puede ser jefe de Estado, pero también guía espiritual. Esperamos que esa guía no margine”.
La audiencia también incluyó referencias al aborto y a la dignidad de los ancianos, “criaturas de Dios”, según las palabras del nuevo pontífice.
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