Hoy se cumplen 30 años sin mi Freddie Mercury, quien falleció a los 45 años, el 24 de noviembre de 1991, debido a las enfermedades oportunistas ocasionadas por el SIDA. Mi comadre, Elton John, uno de sus amigos más cercanos, contó una bonita anécdota sobre los últimos días de vida de mi Freddie, en su libro “Love is the Cure: On Life, Loss and the End of AIDS” lanzado en 2013.
John, relata que Mercury le dio un último regalo de navidad aún después de su muerte. Cuenta cómo se sintió devastado cuando Freddie le reveló su estado serológico, quien fuera diagnosticado en 1987, pero lo mantuvo en secreto el mayor tiempo que pudo, tanto para su círculo más cercano, como para la opinión pública.
“He sido testigo de lo que la enfermedad le ha hecho a muchos otros de mis amigos”, declara en su libro. “Sé exactamente lo que le hará a Freddie”. Sabiendo que una muerte agonizante estaba por venir.
De acuerdo con Elton, Freddie siempre fue profundamente generoso, alguien que de verdad vivía al servicio de los demás, incluso al final de sus días. Puesto que la navidad posterior a la muerte de Mercury, John recibió un regalo de su amado amigo Freddie.
“Ahí estaba ese hermoso hombre, muriendo a causa de las enfermedades oportunistas ocasionadas por el SIDA, que en sus últimos días, encontró la forma de entregarme un encantador regalo de Navidad”, escribió john.
Dentro del presente se encontraba una pintura de Henry Scott Tukke, un artista impresionista británico del que Elton era coleccionista y fan. Con una nota que decía:
“Querida Sharon, pensé que te gustaría esto. Con amor, Melina”…”Feliz Navidad”
Sharon y Melina era los nombres drags que se tenían entre ambos. De acuerdo con sus palabras, John declara haberse sentido sobrepasado, y con 44 años de edad en aquel entonces, haber llorado como un niño.
