Estas medidas invasivas para las reclusas trans del estado, han sido comparadas con las terapias de conversión.
La American Civil Liberties Union (ACLU) de Florida, Estados Unidos, está demandando al Departamento Correccional del Estado por nuevas políticas anti-trans.
Estas buscan restringir el acceso de las reclusas trans a atención médica que afirme su identidad de género, así como su capacidad de expresar la misma.
La ACLU de Florida pidió al juez que bloquee la aplicación de esta política, calificándola de prohibición inconstitucional de lxs ciudadanxs de la comunidad trans. El fallo se espera en las próximas semanas.
Según la nueva política, las prisiones de Florida solo brindarán terapia a lxs reclusxs diagnosticadxs con disforia de género. Lxs reclusxs trans no tendrán acceso a la terapia hormonal de afirmación de género, excepto “en casos excepcionales”, cuando se considere “necesario para cumplir con una decisión judicial”.
Daniel Tilley, abogado principal de la ACLU de Florida, comparó estas medidas implementadas por el estado como una forma de “terapia de conversión”.
En documentos judiciales, Danny Martínez, director médico del sistema penitenciario estatal, dijo que basó las nuevas políticas del departamento en un informe de 2022 encargado por la Agencia para la Administración de Atención Médica de Florida (AHCA). El informe se centró principalmente en los efectos de la atención que afirma el género en lxs niñxs.
Sus hallazgos contradicen el consenso abrumador de todas las principales organizaciones médicas, que sostienen que la atención médica que afirma el género es necesaria y salva vidas para las personas trans con disforia de género.
El informe de 2022 dio como resultado que el estado prohibiera a los proveedores de atención médica facturar al programa estatal Medicaid por atención de afirmación de género. En junio de 2023, un juez federal anuló la prohibición de Medicaid de Florida y encontró que el informe de la AHCA era “un esfuerzo sesgado para justificar un resultado predeterminado, no un análisis justo de la evidencia” y su conclusión “no estaba respaldada por la evidencia”. y era contrario a las normas médicas generalmente aceptadas.
Las reclusas trans ya comienzan a padecer los efectos de estas medidas.
La nueva política del Departamento Correccional de Florida se anunció en septiembre durante reuniones en las que a mujeres trans encarceladas se les dijo que serían “reevaluadas” para determinar si todavía se les permitiría acceso a atención médica de afirmación de género. Si bien hasta ahora ninguna reclusa informó haber sido retirada de la terapia hormonal, más de una docena dijeron que ya las habían obligado a cortarse el pelo.
En documentos judiciales y entrevistas, mujeres trans encarceladas en prisiones de Florida también informaron haber sido sometidas a exámenes de senos para determinar si todavía se les permitiría o no el acceso a sujetadores.
Como señala The Marshall Project, las cárceles de Estados Unidos están obligadas, según la Constitución, a brindar atención que afirme el género según sea necesario. De modo que estas medidas adoptadas en Florida, contradicen completamente a lo establecido constitucionalmente.