El autor Carlos Arturo Martínez Negrete promociona «Yo, Tú, Él, ¡Todos tenemos derecho al baño!», un libro que cambiará por completo nuestra perspectiva sobre salgo tan normal como «ir al baño».
Se han puesto a pensar mis cielas que, un acto tan cotidiano y natural como ir al baño está tan invisibilizado, lleno de tabúes y borrado de los temas de conversación habituales?
¿En qué momento un acto tan natural se convirtió en objeto de censura, vergüenza y “mal gusto”?
Pues estas interrogantes son las que aborda el autor Carlos Arturo Martínez Negrete en el libro “Yo, Tú, Él, ¡Todos tenemos derecho al uso del baño!”, el cual ya se encuentra a la venta por vía digital.
Carlos Arturo, periodista, Doctor en Ciencias Sociales, especialista en Derechos Humanos, investigador del patrimonio cultural, locutor y columnista, incursiona de nuevo en el mundo editorial tras su coautoría en el libro “Temas diversos de Derechos Humanos” (2022).
Carlos nos invita a la reflexión desde su primera impresión sobre la comercialización que se hizo, con el paso del tiempo, al sencillo uso del sanitario:
“Aquellos que tenemos más de 40 años, seguramente recordaremos que antes los baños en plazas o espacios públicos eran gratuitos.
Efectivamente. La costumbre que se ha generalizado sobre el cobro de los baños en espacios públicos se remonta a hace 25 o 28 años. En los espacios de administración gubernamental implementaron el cobro “porque iban a estar limpios, higiénicos, que nos iban a dar a papel y que iba a haber jabón”.
Todos sabemos que eso no sucedió. Empezando porque, la severa crisis del suministro de agua que siempre ha existido en México, y que se ha incrementado en los últimos años, ha impedido que se cumpla esta promesa. Hoy en día, la mayoría de los baños públicos están en condiciones de higiene precarias.
Además, el autor se cuestiona: “¿Por qué nos cobran por hacer uso de un espacio para nuestras necesidades fisiológicas?”
Ante esta problemática, tan ignorada e invisibilizada, el autor tomó la decisión de investigar a fondo y hacer un documental de cine de esta situación.
Y de allí se desata toda una serie de planteamientos que nos hacen reflexionar y cuestionarnos sobre algo tán básico. ¿Por qué no hay sanitarios en el metro, por ejemplo?
“¿Cuánta gente sale de casa sin tomar alimentos o bebidas, o cuantos más sufren por llegar corriendo a su casa? Y todo porque, o bien no hay baños a su disposición o porque si los hay, están en condiciones de precariedad, sucios e inservibles».
Esto también abre otro debate a los muchos que se genera con este tema “tan banal”. Carlos Arturo reflexiona:
“¿Se han puesto a pensar que los baños de espacios públicos tienen botes donde se coloca el papel higiénico usado? No se tiene la cultura de arrojarlo a la taza. El papel sucio se seca y esparce partículas fecales en el ambiente que todos aspiramos”.
Las mujeres son más vulnerables al ver afectada su salud en el uso de baño en condiciones insalubres. Los baños públicos siguen siendo uno de los puntos principales de riesgo para contraer ETS como el Virus del Papiloma Humano (VPH).
Otro tema para reflexión es la seguridad. La UNAM implementó, hace algún tiempo, botones de pánico en los baños de mujeres, las cuales encuentran en los baños públicos uno de los puntos principales para sufrir agresiones sexuales.
Apenas hace poco se implementó también esta medida en los baños de hombres. ¿No sería una medida ideal que existieran en todos los baños públicos en lugar de pensar en cámaras que son invasivas para la intimidad?
Y viéndo el tema desde un punto de vista erótico, los baños también han formado parte de la vida sexual de los mexicanos. ¿Cuántas personas, ante la falta de recursos económicos, han utilizado los sanitarios para el acto sexual? Es una práctica que ayer y ahora, sigue siendo común.
Las minorías también encuentran en ir al sanitario “un problema”. En ningún sanitario hay una guía para personas invidentes. El autor puntualiza:
“A mi muchas personas invidentes o débiles visuales me han dicho que, en plazas o espacios públicos, se guían por el olor para llegar al baño”.
Las personas trans también son vulneradas por el acto tan sencillo de acudir a un sanitario. No hace mucho, una mujer trans fue violentada en un baño de un cine. Es injusto que las mujeres trans tengan que ser segregadas de los baños femeninos. La violencia sexual contra otra persona, o contra un@ menor, no está ligada a la identidad de género.
La implementación de un tercer baño en espacios públicos para personas diversas implicaría cambios en infraestructuras de espacios públicos que no están a discusión cuando hay otras prioridades que atender en el servicio de los sanitarios. Carlos Arturo afirma:
“Yo estoy en contra de la implementación de baños especiales para las personas trans. Tan solo en nuestras casas tenemos un ejemplo de baño diverso”.
Pero no sólo la diversidad sexual es marginada y violentada en la cotidianeidad de ir al baño. Las personas con discapacidad sufren la falta de sanitarios especializados para sus necesidades motrices diversas. “Hay personas que hasta limpian y desinfectan el baño público después de que lo usa una persona con Síndrome de Down”, expresa el autor.
Y como estos manas, podríamos llenar cientos de artículos hablando sobre el tema de “ir al baño”.
El libro se encuentra a la venta, en línea, a través de redes y página del autor. Cuenta con ilustraciones del caricaturista Raúl Moysen, los artistas plásticos Alejandro Cordero, Ivana Melissa y Arianne Ailym Castellanos, estas últimas menores de edad, y quienes hacen una introspección artística de estos espacios.
El autor comparte que, además del libro, se tiene lista ya una versión en película documental. Se espera que este proyecto fílmico pueda colocarse en circuitos y festivales de cine dentro y fuera del país, y que tenga un estreno en cines o plataformas para el próximo año. “Si el libro deja a la gente con dolor de cabeza por tres días pensando en el tema, la película será un suceso”, vaticina el autor.
Para la adquisición del libro, en formatos físico o virtual, pueden acceder a estos enlaces:
derechoalbaño@gmail.com
Facebook / Instagram: Derecho al Baño
X: @DerechoAlBaño
Consulta en redes sociales con el hashtag #ElDerechoAlBaño
¡Les juro manas que, a partir de leer el libro, no verán al baño con los mismos ojos!