La autora de «Harry Potter» ha sugerido la idea de fotografiar a mujeres en los baños para descubrir si son trans.
¡Esto ya es el colmo, mis cielas! Incluso ya raya en el fanatismo. Resulta que la autora británica J.K. Rowling, autora de «Harry Potter», continúa su férrea «brigada» contra la comunidad trans.
El pasado 21 de junio, la autora posteó en la red X la puntada de fotografiar a cualquier mujer que entre a un sanitario para damas ¡por si acaso es transgénero! ¡Figúrense nada más, manas!
Esta «sugerencia» de la autora, además de carecer de fundamento legal, pone en riesgo la seguridad y la privacidad de todas las usuarias de estos espacios, incluidas mujeres cisgénero que no encajen en «conceptos de feminidad».
La señora respondió a la pregunta de un usuario de la ya mencionada red social:
“¿Cómo piensas vigilar los baños públicos?”
Y Rowling escribió:
“Los hombres decentes siempre se han mantenido al margen, así que podemos suponer que quien no lo haga es una amenaza. Fotografiarlos, denunciarlos y difundir sus imágenes será pan comido.”
Lo malo es que esta «idea» ya ha tenido consecuencias. En marzo pasado, policías de Phoenix, Arizona, irrumpieron en un baño de mujeres para sacar a una mujer lesbiana acusándola de ser un hombre; también en Estados Unidos, un cliente siguió y agredió verbalmente a una empleada de Walmart de 1.93 m por “parecer trans”; e incluso en el Capitolio de la Unión Americana, la congresista Lauren Boebert se topó con una mujer cis y la acusó de “no pertenecer” al baño.
Además, lo que la escritora no sabe ( o se hace) es que en el Reino Unido, tomar fotografías en baños públicos es ilegal. Avalar y fomentar públicamente una práctica de hostigamiento basada en prejuicios, hace que la señora de pie a que grupos y personas justifiquen el acoso, atentando contra la dignidad y la seguridad de todas la mujeres, sean cis o trans. ¡Qué mieda, mis cielas!