La activista lesbiana y feminista Ibtissam Lachgar enfrenta cargos por por portar una polémica camiseta el pasado 10 de agosto.
La activista marroquí Ibtissam Lachgar, conocida como “Betty”, enfrenta un proceso judicial en Rabat. Esto tras publicar en redes sociales una fotografía vistiendo una camiseta con la frase «Alá es lesbiana». El caso ha generado un intenso debate en torno a los límites de la libertad de expresión y el respeto a las creencias religiosas en el país.
Lachgar, de 50 años, fue detenida el pasado 10 de agosto y enviada a la prisión de Arjat. Junto a la imagen, escribió un comentario en el que calificaba al islam como “fascista, falocrático y misógino”. Estas publicaciones fueron consideradas ofensivas por diversos sectores.
La activista comparecerá este 27 de agosto en la segunda sesión de su juicio, acusada de “atentar contra la religión islámica”. Este delito está contemplado en el artículo 267-5 del Código Penal marroquí.
La defensa, encabezada por la abogada y presidenta de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), Souad Brahma, solicitó sin éxito la libertad provisional de Lachgar. La organización ha calificado el arresto como “arbitrario” y contrario a los compromisos internacionales en materia de derechos humanos.
El tema de la libertad de expresión en Marruecos
Lachgar es una de las figuras más visibles del activismo en Marruecos. En 2009 cofundó el Movimiento Alternativo para las Libertades Individuales (MALI), que ha impulsado causas como la legalización del aborto, la defensa de los derechos LGBT+ y la despenalización de las relaciones extramatrimoniales. Entre sus acciones más recordadas están un desayuno público durante el Ramadán y una “besada” frente al Parlamento en apoyo a jóvenes sancionados por compartir una fotografía besándose.
La polémica actual no ha girado en torno a la homosexualidad —tema legalmente penalizado y socialmente rechazado en Marruecos—, sino al choque entre el derecho a expresarse y la protección de los símbolos religiosos. El exministro de Justicia, Mustafa Ramid, sostuvo en redes sociales que la libertad de expresión “no incluye la burla a las creencias religiosas”, pidiendo que la activista sea sancionada.
Frente a estas posturas, distintas voces han exigido su liberación. Una petición en change.org solicita la liberación inmediata de Lachgar, subrayando su frágil estado de salud tras haber superado un cáncer. Varias organizaciones feministas, laicas y de derechos humanos han convocado protestas diarias en su apoyo.
