La congresista estadounidense trans Sarah McBride fue malgenerizada y ofendida en plena Cámara por el republicano Keith Self.
La congresista estadounidense Sarah McBride, fue malgenerizada en plena Cámara de Representantes de Estados Unidos por el también congresista republicano Keith Self.
Self interrumpió de forma abrupta una audiencia del comité de la Cámara de Representantes. Esto después de que un congresista demócrata lo confrontara por emplear intencionalmente un término incorrecto para referirse a Sarah, quien es la primera persona trans en el Congreso.
Self se refirió a McBride como “señor” de manera dolosa. Fue entonces cuando el representante demócrata Bill Keating, visiblemente indignado, miró a Self con asombro y le pidió que repitiera cómo se había referido a una representante legítimamente electo en Estados Unidos:.
“Señor, su actitud es inaceptable. ¿No tiene un mínimo de decencia?”.
Self intentó retomar la sesión y pidió continuar la audiencia.
Keating lo interrumpió de nuevo y dejó claro que la audiencia no avanzaría si no se dirigía a una representante del congreso con respeto.
Self suspendió la audiencia y acudió a su cuenta de X para justificar sus acciones:
«La política de Estados Unidos es reconocer dos sexos, masculino y femenino”.
Como se menciona líneas arriba, Sarah es la primera mujer trans en ocupar una curul en el Congreso de Estados Unidos.
Como es de suponerse, no ha estado exenta de sufrir afrentas y groserías de parte de otrxs compañerxs, principalmente del partido republicano.
El mes pasado, la diputada republicana Mary Miller se refirió a ella como “el representante de Delaware” en un discurso en el Congreso. Más tarde, justificó sus palabras en redes sociales y afirmó que “no negaría la realidad biológica”.
También la diputada republicana Nancy Mace suele referirse a las personas trans con el género incorrecto y difunde información falsa sobre ellas. En reacción a la elección de McBride, presentó una resolución para impedir que las mujeres trans usen baños destinados a mujeres. Posteriormente, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, incorporó la prohibición al reglamento del 119.º Congreso.
Hasta ahora, los congresistas demócratas han permanecido en silencio ante estos ataques.
