Reyna Hernández, mujer transgénero de 54 años residente de Renton, Washington, Estados Unidos fue asesinada y su cuerpo abandonado en el panteon «Centinela» en Mexicali, México.
El 26 de febrero, Reyna se citó con su esposo Louis Hernández o Arthur Louis Hernández , para firmar los documentos de divorcio y hablar de la separación de bienes. Sin embargo, tras ese encuentro, Reyna desapareció sin dejar rastro hasta el macabro descubrimiento de su cuerpo abandonado.
El cuerpo de Reyna fue llevado a Mexicali y abandonado en un panteón local el 2 de marzo. La necropsia reveló que Reyna fue víctima de un fatal disparo en la cabeza.
La desaparición de Reyna fue reportada el 2 de marzo por su familia en Washington, Estados Unidos, sin saber que las autoridades mexicanas ya habían encontrado su cuerpo.
Las investigaciones revelaron que Reyna fue víctima de un homicidio, presuntamente a manos de su expareja. La detención de este último se llevó a cabo el 9 de marzo por la Guardia Nacional de México en la frontera entre Mexicali y Tecate.
El presunto asesino, identificado como Louis Hernández, enfrentará cargos por el asesinato de Reyna y por su situación ilegal en Estados Unidos además de posesión de drogas.
Las autoridades de ambos países trabajan en conjunto para determinar si el crimen ocurrió en territorio estadounidense o en México y si existen motivaciones de género detrás de ese trágico suceso.
Este caso resalta la vulnerabilidad de las personas transgénero frente a la violencia y el crimen. Además, subraya la importancia de la cooperación entre las autoridades de diferentes países para garantizar la justicia en casos transfronterizos.