Hijas de sus emociones, no podemos negar que mi comadreja Edith Márquez, ha sido nuestra mejor compañía en esas noches de berreo por el chacal, bueno, al menas sus canciones.
Grandes enseñanzas nos ha dejado mi comadre con sus temas llegadores, de esos que nos hacen hervir la sangre, pero a su vez, nos recuerdan lo mucho que valemos para no andar rogando la caricia con el ex mayate, por eso, aquí un breve recuento de lo que hemos aprendido sobre el desamor con Edith Márquez.
1.- A veces nos vamos como gordas en tobogán cuando conocemos a un chacal, y hacemos muchas tonterías, lo importante es seguir adelante, manas. ¡Darlo todo por alguien que nos ame!
2.- Una es todo, menos tonta. Los besos dicen mucho, aunque digan que no, por eso, cuando ya no son de lengüita ¡hay algo más! No nos dejemos engatuzar por esos ojos o por esa voz. ¡Ese beso lo dijo todo!
3.- Más sola y seca que nunca con el alma en pedazos, pero siempre de pie y más perras que nunca ¡porque ningún chacal nos va a humillar! Más vale sola que mal acompañada.
4.- A una ningún hombre la hace trizas, por eso, ¡hay que renovarse! Nunca demos un paso atrás, ¡no somos las mismas de antes! Nos merecemos enamorarnos de nuevo, ¿o no?
5.- Cuando una se da la oportunidad, se vuelve tremenda, por eso, hay que jugársela todo, descongelar poco a poco el corazón. Preguntarle al chacal si quiere ser nuestro amante.
6.- Manas, por último, el nuevo sencillo de mi comadreja Edith, «Aunque sea en otra vida», nos recuerda que una sabe amar, aunque no le correspondan, y lo principal es jamás arrepentirnos de haberlo dado todo por ese maldito chacal, no debemos temer a la soledad y saber que el tiempo lo cura todo. ¡Más perras que Lassie!
