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Los Sex Symbols femeninos del Cine mexicano de los 1970s y 1980s

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En el Cine mexicano de los 1970s y 1980s, hubo algunas figuras femeninas que se atrevieron a romper con los cánones y tabúes de la época. Fueron criticadas, censuradas y señaladas, pero muy admiradas, idolatradas y deseadas.

Luis Miguel Romero
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La década de los 1970s, es recordada como un momento de liberación y revolución. De esas épocas de destape que han ocurrido de manera muy puntual en la Historia de la humanidad. En esta década en particular, se vivió este destape de manera muy significativa en el cine mundial. Y el Cine Mexicano no fue la excepción.

El «destape» en el Cine mexicano

Después de una llamada Época de Oro del Cine Mexicano, en los 1940s y 1950s, el cine nacional vive una especie de letargo y decadencia en la década de los 1960s. La mayoría de las producciones cinematográficas seguían estancadas en temáticas melodramáticas, musicales y edulcoradas, perdiendo terreno ante otras cinematografías que ya exploraban con nuevas corrientes más realistas en el cine.

Pero en los 1970s, la censura «aflojó» considerablemente en el Séptimo Arte. Las temáticas cambian. El sexo y los desnudos comienzan a invadir el cine nacional. Y en este contexto, hubo algunas figuras femeninas que se atrevieron a romper con los cánones y tabúes de la época. Fueron criticadas, censuradas y señaladas, pero eso sí, muy admiradas, idolatradas y deseadas.

Irma Serrano «La Tigresa»

Irma Serrano "La Tigresa" (1933-2023)
Irma Serrano «La Tigresa» (1933-2023)

Irma Serrano «La Tigresa» (1933-2023), comenzó su carrera en cine siendo muy joven. Inicialmente se perfiló como la actriz joven en algunas películas; luego se convirtió en figura central de cintas de corte ranchero, esto a consecuencia de su incursión como cantante en la música folclórica mexicana. Pero a principios de la década de los 1970s, la salvaje belleza e imponente personalidad de «La Tigresa», la lleva a explorar los terrenos del erotismo. Y es que, a principios de los 1970s, Irma protagonizó y produjo una versión teatral de la novela «Naná», de Emile Zola, que cuenta las andanzas de una cortesana francesa del siglo XIX. La obra incluía escenas eróticas audaces que favorecían que Irma luciera en todo su esplendor su monumental figura.

A partir de allí, Irma realiza otras obras teatrales de corte similar como «Lucrecia Borgia» (1977) o «El pozo de la soledad» (1985). El recinto teatral de su propiedad, el Teatro Fru Fru, en el centro de la capital mexicana, se convirtió como en «La catedral» del teatro erótico mexicano. «Naná» fue llevada al cine en 1985. Y aunque Irma propiamente no realizó tantas películas «atrevidas», su legado en el teatro erótico, le aseguran un sitio de honor en esta lista. De sus filmes destacados también sobresalen «La Martina» (1972), «El monasterio de los buitres» (1973) y «Las amantes del señor de la noche» (1986).

Isela Vega

Isela Vega (1939-2021)

La segunda «pecadora» del espectáculo nacional es Isela Vega (1939-2021). Isela comenzó su carrera como actriz a principios de la década de los 1960s. Ya desde sus inicios, se perfilaba para convertirse en un sex symbol.

Alta, morena, de curvas generosas y con una fuerte energía sexual, la Vega inició su coronación como símbolo sexual a raíz de su participación en la cinta «Las pirañas aman en cuaresma» (1969). A partir de ese momento, Isela se inclinó por actuar en películas de temática fuerte, transgresoras, con personajes con una intensa carga sexual.

Fue de las actrices mexicanas que realizaron más desnudos en escena durante su carrera. Enfrentó duras críticas en su tiempo por su desinhibición a la hora de mostrar su escultural cuerpo o en la realización de escenas eróticas. Llegó a decirse que era la «Emmanuelle» del Cine Mexicano (en referencia al personaje de «Emmanuelle», figura central de una antología de cintas eróticas francesas).

Lo cierto es que la figura fuerte y audaz de Isela en la Gran Pantalla, se ve compensada con su indiscutible calidad histriónica. De sus obras selectas como figura erótica del cine sobresalen «La primavera de los escorpiones» (1971), «El llanto de la tortuga» (1974), «La India» (1975), «La viuda negra» (1977), «Las apariencias engañan» (1981) «Las siete Cucas» (1981) y «Naná» (1985), entre muchas otras. En su galería de personajes abordó temas como el trabajo sexual, la pedofilia, el incesto, el lesbianismo, la transexualidad y hasta el satanismo. En su última faceta como figura erótica, también participó en las llamadas Sexycomedias de los 1980s.

Sonia Infante

Sonia Infante (1943-2019)

La tercera en la lista es la temperamental y polémica Sonia Infante (1943-2019). Sonia, sobrina del popular actor y cantante Pedro Infante, comenzó su carrera fílmica en los 1960s. Realizó numerosas cintas como figura joven en esta década. Posteriormente, tras su matrimonio con el productor Gustavo Alatriste, se retiró varios años del cine.

Pero en los 1980s, Infante reapareció en los sets cinematográficos. Explotó su imagen de mujer sensual y temperamental en cintas como «Historia de una mujer escandalosa» (1984), «La casa que arde de noche» (1985), «Toña Machetes» (1986), «Mujer de fuego» (1988) y «Los placeres ocultos» (1989), entre otras.

En el teatro, la actriz también levantó polémicas por sus roles en obras como «El pozo de la soledad» (1985). Su estilo temperamental en el cine, era solo un reflejo del carácter férreo que la actriz poseía en el ámbito personal.

Sasha Montenegro

Sasha Montenegro (1946-2024)

La cuarta en la lista es la actriz que es considerada como «Reina del Cine de Ficheras y Sexycomedias» del Cine Mexicano: Sasha Montenegro (1946-2024).

Esta belleza de origen serbio, llegó a México a principios de los 1970s. Dotada de una belleza espectacular, con una melena negra azabache, rostro pomuloso y muy fotogénico y una piel blanca de porcelana, Sasha comenzó a aparecer en roles menores en el Cine Mexicano.

Fue la película «Bellas de noche» (1975), la que corona a Sasha como mito erótico del cine nacional. Esa película fue la que inició la saga del llamado Cine de Ficheras mexicano. En dicha cinta, Sasha aparece desnuda en todo su esplendor.

Sasha protagoniza otras cintas clásicas del Cine de Ficheras como «Noches de cabaret» (1978) y «La vida difícil de una mujer fácil» (1979). De allí pasó a las llamadas Sexycomedias de los 1980s, actuando en filmes como «La pulquería» (1981), «La golfa del barrio» (1983) o «Pedro Navaja» (1984). Formó pareja célebre con sex symbols masculinos de la época, como Jorge Rivero o Andrés García, así como también con célebres cómicos de la época. Era la reina de la taquilla.

Y sin duda alguna, Sasha marcó a toda una generación de admiradores y admiradoras que hasta la fecha suspiran con la belleza de su rostro y esa escultural figura. Fue objeto de muchas críticas y censuras, pero en su momento, gozó de una inmensa popularidad.

Meche Carreño

Meche Carreño (1948-2022)

La quinta en la lista es la polémica Meche Carreño (1948-2022). Carreño comenzó su carrera a finales de los 1960s.  Era una mujer de rasgos exóticos para la Gran Pantalla de su tiempo, con una figura delgada, pero muy bien delineada, pero con un atractivo y magnetismo sensual impresionante.

A partir de su actuación en la cinta «Damiana y los hombres» (1967), donde Meche se muestra en toda su naturalidad, comienza su camino como mito erótico cinematográfico. En muchas de sus películas, Meche encarnó la imagen de la chica inocente y cándida, cuya sensualidad y atractivo sexual, terminaban enloqueciendo a los hombres y llevándola a «los abismos del pecado y la perdición sexual». O sea, como la «no rompo un plato…pero los devoro a todos».

El director Emilio «El Indio» Fernández, convirtió a Meche en una de sus musas en cintas como «La Choca» (1974) y «Zona Roja» (1976), en las cuales el magnetismo sexual de Meche, opacó a las protagonistas de dichas películas. Otros de sus filmes destacados fueron «No hay cruces en el mar» (1969), «La inocente» (1971), «La mujer perfecta» (1973) y «El Noa Noa» (1980).

Angélica Chaín

Angélica Chaín (1956)

La sexta y última «pecadora» homenajeada en este espacio es la bellísima Angélica Chaín (1956). La Chaín inició su carrera como vedette y estrella del burlesque a principios de los 1970s. De allí pasó al cine.

La cinta de corte lésbico «Cuando tejen las arañas» (1977), le abrió el camino como símbolo sexual cinematográfico. De rostro de bellas facciones y un cuerpo espectacular, la Chaín ha sido considerada una de las mujeres más bellas de la cinematografía mexicana.

Ella y la Montenegro comparten el trono como reinas absolutas del Cine de ficheras y Sexycomedias (incluso en su época se les llegó a rivalizar en los medios). Y es que la Chaín, también fue una de las transgresoras que mostró su cuerpo al desnudo sin tapujos. Cintas como «Muñecas de medianoche» (1979) y «Burlesque» (1980), son consideradas dentro de las cintas emblemáticas de esta bella y sensual mujer.

Posteriormente, en el espectáculo se extinguieron estas mujeres transgresoras y adelantadas a su época que, en ese momento, echaron sal a los ojos morales de la sociedad y se atrevieron a romper los tabúes del sexo y la desnudez en la Pantalla Grande.

Y solo por los miles de sueños y fantasías eróticas que inspiraron (y siguen inspirando), les rendimos este breve y sentido homenaje.