Pese a amenazas, más de 150 mil personas acudieron a celebrar la marcha del Orgullo LGBT+ en Tel Aviv, Israel.
¡Mis orgullosas! Más de 150 mil personas salieron a las calles de Tel Aviv en Israel el día de ayer para asistir a la Marcha del Orgullo LGBT+ en medio de una serie de amenazas contra las poblaciones LGBT+, que han ido en aumento en los últimos meses a raíz de la entrada de ultraortodoxos y ultraderechistas en el gobierno de Benjamin Netanyahu.
La Marcha ha contado con estrictas medidas de seguridad, ya que la Policía israelí ha prohibido acceder al área con armas y volar drones, de acuerdo con la información de ‘The Times of Israel’.
Happening now: Tel Aviv Pride Parade 🏳️🌈🇮🇱
This weekend, thousands of Israelis and visitors from around the world will gather in TLV for #Pride
The Pride Parade which celebrates the LGBTQ+ community, is a vibrant symbol of love, equality and acceptance.
Happy #PrideMonth!
1/2 pic.twitter.com/IRYMzcKlA3
— Israel ישראל 🇮🇱 (@Israel) June 8, 2023
Al respecto, el general Ami Eshed, comandante del distrito de Tel Aviv, ha reconocido que la jornada ha supuesto un desafío debido principalmente a los “sentimientos nacionalistas y LGBTIfóbicos” en el ambiente tras la Marcha del Orgullo en Jerusalén la semana pasada, así como a preocupaciones derivadas de la seguridad.
Como parte de su operativo, la policía ha detenido a un sospechoso, residente de Tel Aviv, que portaba un táser, un pico, gas pimienta y un químico no idenfificado. El hombre, de 33 años, señalado por las autoridades por sus supuestos delitos de odio contra las poblaciones LGTBI, fue detenido para ser interrogado.
La Policía de Israel tuvo que decretar una “máxima alerta” con motivo de la Marcha del Orgullo en la ciudad de Jerusalén después de que sus detractores, principalmente ultraderechistas, la calificaran como ‘La Marcha de la Abominación’ e incitaran a la violencia a través de grupos de Telegram.
Actualmente, las autoridades israelíes despliegan un fuerte dispositivo de seguridad en las Marchas del Orgullo LGBT+ debido a que, en 2015, un ultraortodoxo llamado Yishai Schlissel mató a puñaladas a una adolescente, semanas después de haber sido liberado de prisión tras cumplir una pena de cárcel de diez años por herir a puñaladas a varias personas en otra marcha en 2005.