Manas, sabemos que Disney confirmó oficialmente el cierre de Blue Sky, el estudio de animación responsable de sagas como Ice Age: La edad de hielo y adaptaciones como Carlitos y Snoopy: La película de Peanuts. Adquirido durante la compra de Fox por parte de la compañía del ratón, su marcha deja colgando a cientos de empleados y varios proyectos en desarrollo. El más avanzado de ellos, cuyo estreno estaba planeado para principios del año que viene, es Nimona.
Esta producción ya se había anunciado desde hace varios años, el proyecto contaba con un equipo de lujo: la dirección de Patrick Osborne, ganador del Oscar por el reverenciado corto Buenas migas; el guión de Marc Haimes, autor del libreto de Kubo y las dos cuerdas mágicas, y la producción de Noelle Stevenson, que firmó tanto guion como dibujo en el cómic original.
Esta película empezó como un proyecto en la universidad de arte en la que Stevenson estudiaba, y basado en una idea que tenía desde el instituto; Nimona es un cómic de fantasía que combina elementos medievales de narrativa mágica clásica con futurismo steampunk para contar la historia de la titular Nimona, una aprendiz de villano con el poder de cambiar su forma.
Stevenson, que afirma sentirse cómoda con todo pronombre, recurre a la metamorfosis como metáfora de la fluidez de género, narrando a través de su protagonista una tesis sobre la identidad no-binaria nacida a partir de sus primeras experiencias con el cosplay, momentos en los que prefería disfrazarse de personajes masculinos a ser percibida de forma sexual.
No es el único elemento queer del cómic: el villano para el que trabaja, Ballister Blackheart, cuenta con un pasado no-oscuro durante el cual fue el amante de su actual archienemigo, Sir Ambrosius Goldenloin; en una dinámica que recuerda activamente a ciertos elementos de la primera serie animada que contó con Stevenson como showrunner, She-Ra y las princesas del poder.
Resulta difícil no plantearse si Disney, que hasta hace nada contaba con finalizar y estrenar la adaptación animada de Nimona, no se echó atrás por elementos como estos. Mucho se ha escrito acerca de los problemas de la compañía con la representación, y pese a estar dando pasos adelante en series de televisión como la Casa búho de Dana Terrace, aún parece haber reticencias a presentar personajes LGBTQ+ en el cine, sea por miedo a la reacción en mercados internacionales o simplemente una necesidad de complacer a cierto sector del público.
¿Qué pasará con ‘Nimona’ fuera de Disney?
Por el momento, y pese a los deseos de los fans, el proyecto en sí no parece tener posibilidades de salir adelante en otra parte. Otras películas Disney que han sufrido el mismo destino a mitad de producción, como el siguiente largometraje stop-motion del reputado Henry Selick tras Los mundos de Coraline (de la cual solo tenemos acceso a cuatro imágenes mal contadas y el título, The Shadow King), jamás han logrado ver la luz del día.
La única esperanza que le queda a la adaptación de Nimona es empezar de cero en otro lugar, sin poder recurrir a lo producido durante estos últimos años de trabajo en el proyecto. Confiamos en que la carrera de Stevenson, actualmente firmando una adaptación a serie de su cómic Leñadoras para HBO Max, permita que algún día recupere este fantástico cómic en otro medio y le dé voz fuera de Disney a una heroína menos tradicional.