¡Mis cielas! En los años 90, Jerry Windle un hombre gay y soltero tenía el sueño de ser padre, pero las posibilidades para tener una familia eran casi imposibles, un día leyó una publicación sobre un hombre que había adoptado a un niño en Camboya. Así que se lanzó directo a ese país.
Gracias a una publicación Jerry conoció a Jordan, un pequeño de 18 meses que fue abandonado por sus padres biológicos, se encontraba en desnutrición y padecía algunas enfermedades, pero siempre mantenía una sonrisa. Su conexión fue inmediata, así que Jerry inició los tramites de adopción y viajaron de regreso a casa en Estados Unidos.
A los 7 años, el padre descubrió el talento de Jordan y lo apoyó para que se convirtiera en el mejor clavadista. A los 16 años, el chico regresó a Camboya para competir en esa disciplina, lo cual él sintió que fue una forma para inspirar a los niños de su país.
Ahora, Jordan Pisey Windle, de 22 años, es uno de los atletas más destacados del equipo olímpico de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. El joven atleta dedica todos sus logros al hombre que le dio una segunda oportunidad y que lo ayudó a cumplir sus sueños y ha dejado claro que tener un padre que pertenece a la comunidad LGBT+ es todo un orgullo.
