El Presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa promulgó un histórico decreto con el que Portugal criminaliza a las mal llamadas «Terapias de Conversión»
El Presidente de la República Portuguesa, Marcelo Rebelo de Sousa, firmó un decreto que prohíbe las terapias de conversión forzada dirigidas a personas LGTB+.
La medida busca erradicar prácticas perjudiciales y discriminatorias aplicadas a personas de las poblaciones LGBTIQ+, castigando a los infractores con penas de cárcel y multas.
Penas significativas para promotores de «Terapias de Conversión»
El documento de la prohibición establece sanciones contundentes, incluyendo penas de hasta 3 años de prisión o multas para aquellos que realicen o promuevan procedimientos médico-quirúrgicos, prácticas farmacológicas, psicoterapéuticas u otros tratamientos de carácter psicológico o conductual.
La imposición de «modificaciones irreversibles» en el cuerpo puede resultar en una condena de hasta 5 años de cárcel.
Quienes sean declarados culpables de estos crímenes pueden enfrentar la prohibición de ejercer profesiones que impliquen contacto regular con menores, por un período que podría extenderse hasta los 20 años.
Además, se les puede impedir asumir la responsabilidad de menores en situaciones como adopciones, tutelas y acogimientos familiares. Las penalizaciones se intensificarán en casos de perpetradores múltiples, víctimas menores de edad o individuos particularmente vulnerables.
El decreto también establece la obligación de que, un año después de su entrada en vigor, el Gobierno lleve a cabo un estudio exhaustivo sobre el impacto de la aplicación de la normativa. Este compromiso refleja la voluntad de evaluar y ajustar la legislación para garantizar su eficacia en la protección de los derechos LGTB+.
El decreto fue aprobado por el Parlamento portugués en diciembre, con el respaldo de diversos partidos políticos, evidenciando un amplio consenso en la sociedad portuguesa en la lucha contra las terapias de conversión.