Inicio ¡Qué mieda! Putin llama a la aceptación trans «crimen contra la humanidad»

Putin llama a la aceptación trans «crimen contra la humanidad»

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En un país donde la comunidad LGBT+ existe porque resiste, ahora el presidente ruso considera atento contra los derechos humanos brindar derechos a la diversidad sexual.

El presidente ruso, Vladimir Putin, se expresó contra los derechos de la comunidad LGBT+ y más en especifico, acerca de la comunidad trans en un discurso discriminatorio en el que asegura defender los “valores familiares tradicionales”.

Putin dijo en la reunión anual del «Valdai Discussion Club» en Sochi, que enseñar a los estudiantes sobre la existencia de personas trans está «al borde de un crimen contra la humanidad».

Al enfatizar que Rusia debería ceñirse a sus propios valores espirituales y tradiciones históricas y mantenerse alejada de los «disturbios socioculturales» en Occidente.

“Es su derecho, pero les estamos pidiendo que se mantengan alejados de nuestra casa. Tenemos un punto de vista diferente», dijo de acuerdo con The Washington Post.

Rusia tiene un historial pésimo en su trato a las personas LGBT +, con leyes homófobas en el país que contribuyen a un ambiente hostil y peligroso para la diversidad sexual.

A pesar de esto, un movimiento clandestino LGBT+ prospera en Rusia, con activistas decididos a crear un futuro mejor para la comunidad.

Además, el propio Putin tiene un largo historial de crímenes de guerra reales como el comportamiento criminal de Rusia en Siria.

El simple historial de Putin como político recuenta asesinatos en masa por su presunta participación en la misteriosa muerte de una serie de demócratas, periodistas y líderes de la oposición rusos.

En el reciente discurso de Vladimir Putin en Sochi, también dijo que los activistas por los derechos de las personas trans son una amenaza para «cosas básicas como la madre, el padre, la familia o las diferencias de género».

A principios de este mes, una alta figura del gobierno ruso habría dicho que los grupos LGBT + deberían ser designados como «extremistas», mientras que otro proponía tratar a miembros de la diversidad sexual en refugios para gatos.