Mi Rihanna demuestra, una vez más, su lado altruista.
¡Manas! Mi Riri no ha dudado en desembolsar 15 millones de dólares, por medio de su fundación Clara Lionel, para ayudar a diversas organizaciones que trabajan diariamente por la justicia racial, social y climática.
De acuerdo al comunicado emitido, se ha señalado que un total de 18 organizaciones de la sociedad civil recibirán fondos para ahondar en la puesta en marcha de campañas y propuestas dirigidas a mejorar las condiciones de vida de las comunidades más desfavorecidas de Estados Unidos y el Caribe, que están más expuestas a los peligros derivados del cambio climático y el calentamiento global. Entre las que se incluyen Incluyen la Climate Justice Alliance, la Indigenous Environmental Network, y el Movement for Black Lives.
“Los desastres climáticos, que están aumentando en frecuencia e intensidad, no afectan a todas las comunidades por igual, y las comunidades de color y las naciones insulares enfrentan la peor parte del cambio climático”, declaró mi Rihanna.
La también empresaria ha subrayado que buena parte de estas organizaciones están lideradas por mujeres, miembros de la comunidad negra y también de poblaciones LGBTQ+, por lo que ha animado a otras firmas e instituciones a apostar por enfoques originales y diferentes para solucionar los problemas, al tiempo que «elevan» a unas personas necesitadas de oportunidades y también de verse liberadas de negativos prejuicios.
Señaló que la disparidad es la razón por la que su fundación, que lleva el nombre de sus abuelos, prioriza tanto la resiliencia climática como el trabajo de justicia climática.
“Los financiadores deben construir asociaciones con organizaciones de base, reconociendo su profundo conocimiento de lo que es necesario para lograr la justicia climática en sus propias comunidades”, dijo en un comunicado Justine Lucas, directora ejecutiva de la Clara Lionel Foundation.
Hay que recordars, que en noviembre del 2021, Rihanna fue nombrada como «heroína nacional» de Barbados y todo ello en la misma ceremonia que daba el banderazo de salida a la prometedora trayectoria del país caribeño tras su reconversión en república.