Inicio ¡Wow! “Se fue la luz en el pueblo”: identidades NB y amor familiar

“Se fue la luz en el pueblo”: identidades NB y amor familiar

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Una cena de Navidad familiar: una madre, un abuelo, une hije, y la ausencia de luz eléctrica que, a la luz de las velas, revela secretos, sentimientos, y los costos y ganancias de ser como se quiere ser.


Gabriel Gutiérrez García
IG: @Gabrielgtzgmx

Muchas historias no contadas: adolescencia, adultez, senectud, y un pueblo que no alcanza a ser ciudad, pero que se convierte en un infierno grande de tan pequeño que es.

Las cenas de Navidad en México no son solo una costumbre. Para muchas personas, pueden ser el único momento en que la familia se reúne. Especialmente para quienes pertenecen a las poblaciones LGBT+, estas cenas se convierten en actos performáticos: se regresa al clóset, se soportan preguntas incómodas, se sostienen sonrisas hipócritas, se comen platillos especiales. Y, al calor del alcohol, la comida y las luces navideñas, las nochebuenas a veces reservan sorpresas y revelaciones.

“Se fue la luz en el pueblo”, obra de teatro escrita por Mauricio Popoca, con las actuaciones de Mar Torrentera, Cynthia Torash y Cyntia Tenorio, bajo la dirección de Luis Ceceña, nos transporta a una casa en un pueblito de quién sabe qué ciudad del norte de México. Podría ser Sonora, quizá Baja California. El acento cachanilla se siente fresco en una puesta en escena en la Ciudad de México: ese estilillo de decir la sh en casi todo, y ese ¡hey! que puede significar tanto, son parte misma de la obra.

Mar no se siente, no se sabe, no se identifica como mujer ni como hombre. Esas dos posibilidades no le bastan, no le quedan, no las siente. Pero sí reconoce una identidad no binaria: con esa se siente comode, y así quiere vivir, al menos hoy. Quién sabe mañana.

Su madre no le entiende (y no hace mucho esfuerzo por hacerlo). En algún momento reconoce que tal vez nunca podrá entenderle, porque simplemente no está en sus posibilidades. Lo que sí sabe es que ama (a su modo y dentro de sus límites) a su hija Luisa, y eso de usar la e, y cambiarse el nombre a Mar, pues nomás no.

El abuelo de Mar —padre de su madre y de otra tía— es un hombre macho, rejego, acostumbrado a que se haga lo que él dice, ¡porque para eso es hombre, faltaba más!

Pero aunque su coraza de macho es real, en su interior guarda secretos que compartirá con su niete mientras esperan a que regrese la luz, que se fue hace ya un rato, justo cuando esperaban a que se sirviera la cena de Navidad.

“Se fue la luz en el pueblo” es una obra comprometida con las personas de las poblaciones LGBTNB, pero no cae en la propaganda ni en el panfleto. Le llegará más y mejor a las juventudes —en especial a las muy jóvenes—, pero cualquiera puede ir a verla y disfrutarla. Toca un tema de hoy, no fácil para muchas personas, y recurre al humor mexicano para liberar momentos de tensión suprema.

Escrita por Mauricio Popoca, joven dramaturgo, y dirigida por Luis Ceceña, un director joven pero ya consolidado, cuenta con las comprometidas actuaciones de Mar Torrentera, Cynthia Torash y Cyntia Tenorio, quienes dan vida a tres entrañables personajes que iluminan el escenario del teatro La Capilla, los viernes a las 8 de la noche.

Este viernes 25 de julio será la última función de la temporada, así que aprovechen y vayan a iniciar el fin de semana de una muy buena manera. En especial, si tienen amigues NB, ¡recomiéndensela mucho! ¡De verdad, la van a disfrutar!