Esto ya es chisma vieja hijxs pero, varios años después, vuelve a salir a colación. Y nada más de saber el contexto, no sabes si reír o llorar.
Resulta que, en su sección de espectáculos en el programa matutino de televisión «Sale el sol», el periodista Gustavo Adolfo Infante recordó esta anécdota del diseñador Mitzy, la cual tiene ya como 20 años.
Para mis hijxs más pequeñxs que tal vez todavía ni nacían, les cuento que, allá por los 2000s, José García Cárdenas, mejor conocido como Mitzy, uno de los diseñadores mexicanos más populares entre el medio del espectáculo, reveló públicamente que «se curó» de su homosexualidad al iniciarse en la fe cristiana.
¡Así como lo oyen manas! En pleno siglo XXI alguien cometió la atrocidad de creer esa patraña. ¡Y peor aún!: decirlo en público.
Mi comadre, o mejor dicho ex-comadre (porque se curó según él), dijo en aquellos ayeres:
«Un día fornicaba con un hombre y sentí que Dios me miraba, sintiendo profundo asco y vergüenza».
Allá cada quién con sus creencias. Pero el día de ayer, el asunto volvió al reflector al haber sido citado por Infante en su ya mencionado show televisivo. El periodista exclamó:
«Cuando se hizo cristiano, dejó de ser gay, entonces le digo ‘oye, pero tú eras gay’ y me dice: ‘fui gay, pero una vez que me hice cristiano, y llegó Cristo a mi vida, dejé el homosexualismo».
El también presentador de televisión puntualizó que además Mitzy le dijo que ahora «andaba tras las chavas».
Lo que se rescata de este tema y por lo que es importante sacarlo a relucir manas, es por lo grave que pueden llegar a ser estos mensajes que se transmiten a millones de personas por la televisión la cual, aún hoy en día, sigue siendo un medio de comunicación de gran alcance e impacto.
La orientación sexual y la identidad de género no se curan manas. Y esto por una sencilla razón: ¡No hay nada que curar!
Desde 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó a la homosexualidad masculina y femenina y a la transexualidad del catálogo de patologías mentales.
Esta medida se tomó basada en estudios de médicos, psicólogos, psiquiatras y otros expertos en temas de salud mental, física y sexual.
Que se tome esto como ejemplo del terrible daño que se puede causar cuando la ignorancia se mezcla con temas de fe y religión mal infundados.