Suecia cambia sus políticas, y deja de brindar tratamientos hormonales para las infancias y adolescencias trans.
¡Manas! Pese a que Suecia fue el primer país del mundo en reconocer la identidad trans, durante los últimos meses, ha restringido el acceso de les menores a tratamientos hormonales para reasignar el género. Ante esto, la comunidad médica enfrenta el dilema de actuar con precaución ante un aumento de los diagnósticos de personas que piden cambiar de género.
En febrero de 2022, Suecia decidió suspender los tratamientos para personas menores de edad, con algunas excepciones, y en diciembre, la autoridad sanitaria del país, restringió drásticamente la práctica de masectomías en adolescentes.
Como ya lo mencionamos, Suecia fue el primer país en autorizar el cambio jurídico de género en 1972, lo que abrió la vía para que la seguridad social asumiera el costo de la reasignación de género. La decisión de restringir los tratamientos inquieta a las organizaciones LGBT+.
«Las personas podrían necesitar más cuidados y procedimientos invasivos en el futuro, porque la decisión no pudo ser tomada más temprano, aunque había una necesidad médica», afirmó el activista Elias Fjellander.
Al respecto, Antonia Lindholm, una joven trans de 20 años que realizó su transición durante la adolescencia, recuerda que «las hormonas salvan a mucha gente». Y aunque el debate es fuerte en muchos países del mundo, las cifras y datos duros dicen que las infancias y adolescencias trans se viven mucho más plenas de existir un tratamiento hormonal desde temprana edad.
