Luis Miguel Romero
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En México, podemos ufanarnos de tener una de las carteleras teatrales más ricas y variadas del mundo. En medio de esta riqueza de cartelera, la diversidad sexual siempre ha estado presente.
Hagamos un poco de historia y recordemos algunas de las obras más importantes que han abordado la diversidad sexual en México.
Durante mucho tiempo, la diversidad sexual se vivía en México de manera underground, en una especie de guetos. El teatro se convirtió en el escaparate principal para tocar temas que la televisión y el cine no se atrevían a mostrar. El cine por estar atrapado en intereses y conflictos gubernamentales; la televisión por estar dominada por la censura.
El teatro se convierte entonces en escaparate de un tema social de primer nivel. El autor y dramaturgo Salvador Novo, abiertamente homosexual, hizo una contribución muy importante para la sociedad al fundar, en 1953, el teatro La Capilla, en Coyoacán que, hasta hoy, funciona a las mil maravillas.
En 1961, el siempre polémico Alejandro Jodorowsky, representó en México la obra teatral «La Ópera del Orden». Y en una de sus funciones, un grupo de granaderos irrumpieron en el teatro arrestando a los actores de la obra simplemente por utilizar ropa y accesorios de “afeminados”.
La década de los 1970s tiene algunos montajes teatrales clave para la visibilidad del colectivo LGBT+ en México. En 1974, se estrena en México una adaptación del exitoso musical «Hair», bajo la dirección de Joe Donovan.
Allí debutó la actriz y vedette trans Terry Holiday, en un personaje femenino, algo insólito en el teatro mexicano. Terry trabajó en otros montajes teatrales de los 1970s y 1980s, como la comedia “Despedida de soltero” (1977).
Una figura que, sin duda, se puede considerar crucial para el teatro LGBT+ mexicano es la directora, locutora y dramaturga Nancy Cárdenas. Ella fue la responsable de llevar al escenario piezas clásicas del teatro LGBT+.
Una de sus obras más aclamadas fue «Los chicos de la banda» (1974), original de Mart Crowley, pieza clásica del teatro LGBT+ internacional que, pese a ser representada en otras ocasiones, ninguna ha causado el impacto social que provocó esta primera versión mexicana en su momento.
En 1975, los actores Héctor Bonilla y Enrique Guzmán, abarrotaron las taquillas teatrales y captaron la atención del público al travestirse para interpretar a los protagonistas del célebre musical «Sugar». Era la primera vez en escena, en un montaje teatral comercial, que dos populares actores hacían cross-dressing.
En 1976, el musical de culto «The Rocky Horror Show» fue representado por primera vez en México bajo la producción de Julissa. Esta obra, de alguna manera, marcó un parteaguas en la difusión masiva del teatro LGBT+ en el país al tener entre su elenco principal a un personaje trans.
A inicios de los 1980s, Nancy Cárdenas montó en México varias obras de contenido lésbico. De ellas sobresalen «Claudine en la escuela» (1979), adaptación de la novela de Colette, protagonizada por Laura Zapata; «Las amargas lágrimas de Petra von Kant» (1980), con Beatriz Sheridan y basada en la película de R.W Fassbinder, y «El día que pisamos la luna», con Angélica Aragón y July Furlong.
Otro montaje de Cárdenas que abordó el tema del lesbianismo fue «El pozo de la soledad» (1985), de Radclyffe Hall, estelarizada por Irma Serrano “La Tigresa” y Sonia Infante en el Teatro Fru Frú.
En 1988, Cardenas también dirigió «SIDA…Así es la vida», con José Alonso y Octavio Galindo, la cual, como lo dice el título, abordó el tema del VIH/SIDA en una pareja gay.
Y ya que salió a relucir el nombre de La Serrano, ella también fue la responsable de montar en su teatro (el Fru Frú) obras que pusieron a la luz el tema de la diversidad sexual. Una de las más aclamadas fue la obra lésbica «Las Emanuelle» (1985), dirigida por Pablo Leder y que co-estelarizó junto a Isela Vega.
En 1981, el actor Enrique Álvarez Félix, causó un impacto ante el público al estelarizar «Culpables», bajo la dirección de José Luis Ibáñez y que abordó el tema de la homosexualidad en los campos de concentración nazis.
En 1983, Arturo Ripstein dirigió el montaje «El beso de la mujer araña», de Manuel Puig, el cual representó, dentro de una prisión, un drama de índole homosexual entre los actores Gonzalo Vega y Héctor Gómez.
En 1985, el actor Sergio Klainer realizó una impecable representación de un artista travesti en «La hora de las locas», de Pablo Salinas. En 1986, Tito Vasconcelos estelarizó el montaje «Una canción apasionada», de Harvey Fierstein, la cual fue traducida por Carlos Monsiváis.
Otro trabajo destacado fue «Machos» (1987), de Rodolfo Rodríguez, que tocó el tema de la prostitución masculina homosexual. En 1989, se representó en el Teatro Principal de la Ciudad de México la obra gay «El cisne que nunca duerme», de Sergio Cataño, que causó furor al ser la primera obra gay en representarse en un foro de corte popular de la ciudad.
En ese mismo año, el actor Humberto Zurita interpretó a una mujer trans de la ópera china, que seduce a un diplomático francés (encarnado por Héctor Bonilla) en la obra «Señor Butterfly».
En 1987 se estrena también la pastorela “Pachecas a Belén”, concepto de temporada decembrina creado por el actor Javier Yepes y que cuenta con la particularidad de ser protagonizada por actores travesti, actrices trans y drag queens en su elenco principal.
El montaje lleva ya más de dos décadas presentándose con éxito en México en la temporada decembrina, siendo escaparate para un montón de talento actoral de la comunidad.
En la década de los 1990s, la presencia LGBT+ en las carteleras teatrales mexicanas se intensifica. En 1990, se presentó el montaje «Orquesta de señoritas», obra que presenta en su elenco principal a actores como Sergio Klainer, Javier Díaz Dueñas y Miguel Pizarro, interpretando roles femeninos.
En 1991, la extraordinaria obra de R.W Fassbinder «En un año con trece lunas», fue representada en México con la actriz Patricia Reyes Spíndola encarnando a una mujer trans arrepentida de su transición.
En 1993, los actores Javier Díaz Dueñas y Gustavo Rojo, realizaron una excelente interpretación de una pareja homosexual en apuros en la célebre comedia «La jaula de las locas». En 2015 el montaje se repuso en cartelera con Mario Iván Martínez y Tomás Gorós en los roles estelares.
En ese mismo año, la actriz trans Alejandra Bogue debutó en una obra de teatro comercial en el montaje “Mishima”, dirigida por Abraham Oceransky.
En 1996, se representó en México la primera versión de la obra “La fiesta”, protagonizada por César Riveros y Gerardo González, bajo la producción de Morris Gilbert y que habla sobre una divertida reunión de siete amigos gay que terminan enrollándose en un juego de “verdad o reto” donde pierden hasta la ropa. La obra fue repuesta en 2023.
En 1997, la obra «P.D.: Tu gato ha muerto», de J. Kirkwood, y protagonizada por Otto Sirgo encarnando a un escritor homosexual reprimido, abarrotó las taquillas de México.
Y justo en ese mismo año, el célebre musical de revista «Aventurera» presentó, en su versión teatral, el personaje de un travesti («La Bugambilia»), encarnado, en su primera etapa, por el actor Alejandro Tommasi y luego por figuras como Libertad Palomo, Tomás Gorós o Sergio Mayer.
En 2024, «Aventurera» presentó, en una nueva versión del montaje, a la actriz trans Coco Máxima realizando uno de los personajes estelares de la obra, una mujer cisgénero que «regentea» el cabaret donde se desarrolla la obra.
En 1998, se realizó en México una versión de la obra «Las Criadas», obra cumbre de Jean Genet, que tuvo entre sus protagonistas a Alejandra Bogue. Por su magistral interpretación, Bogue se convierte en la primera mujer trans en recibir el premio de Revelación Femenina por la Asociación de Periodistas Teatrales.
En 1998, La Bogue también estelariza el montaje «Dos gardenias», de Fernanda Villeli, en donde vemos al actor Daniel Araujo realizar un personaje travesti.
Mención aparte merece la gran oferta de obras de temática gay de Alejandro Medina como «Baño turco», “Entre las sábanas” o “Cama para dos”, muy populares en esta década. Los actores Antonio Escobar, Daniel Gauvry y Humberto Pineda, fueron parte de los elencos habituales de estos montajes.
A inicios de la década de los 2000’s, el show de televisión “Desde gayola”, creado por Horacio Villalobos en el canal restringido Telehit, causó un gran impacto social, específicamente entre el colectivo LGBT+, que se veía representado por vez primera, de forma legítima en la Pantalla Chica.
El show derivó en tres montajes de teatro-cabaret: “Desde gayola: El show” (2003), “Había una vez Desde gayola” (2005) y “Desde gayola presenta: Telebasura” (2007). Figuras destacadas de la escena LGBT+ como Alejandra Bogue, Carlos Rangel, Miguel Romero, Javier Yepes o Daniel Vives “Ego”, formaron parte de dichos montajes.
En 2008, se realiza en México la primera versión de “Avenida Q”, musical creado por Jeff Marx y Robert Lopez. Inspirado en el concepto de “Sesame Street”, el montaje es estelarizado por marionetas y títeres que abordan de manera crítica diversos temas sociales, incluyendo la homosexualidad. En su primer montaje mexicano, la obra fue protagonizada por Luis Gerardo Méndez y Christian Chávez, entre otros.
En 2010, se realiza en México la adaptación teatral de “Todo sobre mi madre”, la mítica cinta de Pedro Almodóvar. El montaje se realizó con gran éxito en el Teatro de los Insurgentes de la capital mexicana, destacando la interpretación de Alejandra Bogue en el rol de “La Agrado”, una mujer trans.
En 2013 se representó por primera vez “Orlando y Mikael: Los arrepentidos”, una obra basada en un hecho real sobre dos mujeres trans que se arrepienten de su transición y deciden dar marcha atrás. Este primer montaje fue protagonizado por Margarita Sanz y Alejandro Calva.
Una década más tarde, se retoma el montaje, ahora protagonizado por las actrices trans Roshell Terranova, Dana Karvelas, Libertad Palomo y Terry Holiday.
En 2014, la obra “Un corazón normal”, de Larry Kramer se representó en México en una exitosa temporada con las actuaciones de Pilar Boliver, Hernán Mendoza, Eduardo Arroyuelo y un destacado cuadro de actores. La obra trata sobre la manera errática en la que el gobierno estadounidense abordó la pandemia del VIH / SIDA en sus inicios.
El montaje levantó ámpulas en sectores conservadores. En Monterrey, la gente se ofendió por el poster promocional de la obra, que mostraba a dos hombres besándose.
En 2017 se estrena el montaje “Anuar y sus AnDRAGjosas”, obra producida por Freddy y Germán Ortega “Los Mascabrothers” y estelarizada por un cuadro de artistas drag queen.
En 2018 llega a escena “Grinder”, montaje de origen español que habla, de manera cómica sobre las situaciones habituales que suceden en encuentros surgidos de las apps de ligue LGBT+.
La obra fue estelarizada por Alejandra Bogue, Tanya Valenzuela y Julls Granados. En 2022, el montaje se repuso, como un musical, con las actuaciones de Samuel Zarazúa y Quique Galdeano, entre otros.
En 2022 se estrenó “Junio en el ‘93”, obra basada en las memorias del actor Alejandro Reyes, quién formara parte del montaje de “Mishima” en 1993 y que falleciera a causa del SIDA. En ese mismo año se estrena también “Afterglow”, montaje dirigido por Juan Ríos que aborda, de manera explícita y sin censura, las situaciones habituales de una relación abierta en una pareja. El montaje es protagonizado por Roberto Carlo, Roberto Romano y Manuel Balbi, entre otros.
En 2023 llegan a los escenarios montajes como “Siete veces adiós”, en su versión denominada “Él”, basada en la obra original de Alan Estrada, con Cuauhtli Jiménez y Martín Saracho como protagonistas, y el musical “Todo el mundo habla de Jamie”, original de Jonathan Butterell y que cuenta la historia de un joven que enfrenta intimidación, burlas y rechazo en su deseo de convertirse en una drag queen. El montaje es protagonizado por Nelson Carreras y Joaquín Bondoni.
En las últimas dos décadas, la oferta de teatro con obras de temática LGBT+ es muy variada en México y existe una apertura como nunca antes la hubo en el país.
Incluso, en 2006 se realizó el primer Festival Internacional de Cine y Teatro Gay de México, que hasta el día de hoy se realiza a las mil maravillas. Recintos como el Foro Shakespeare o el Teatro Arlequín, son reconocidos por apoyar de manera particular obras de este género.
Chequen las carteleras teatrales y siempre encontraremos una opción muy interesante, inteligente y propositiva para celebrar la visibilidad para la diversidad sexual en nuestro país.
LECTURA SUGERIDA:
*Antonio Algarra / Gabriela Ynclán / Tomás Urtusástegui / Jesús González Dávila / Marco A. Espinoza: “Teatro gay: Obras selectas del Teatro Mexicano” Ed. Pax, 2002