El solicitante de asilo, de origen venezolano, fue enviado a una prisión denominada como «el Guantánamo salvadoreño».
Estados Unidos ha enviado a un solicitante de asilo LGBT+, de origen venezolano, a una mega prisión, considerada como la versión salvadoreña de Guantánamo.
Este caso forma parte de una batalla legal entre el gobierno de Donald Trump y un juez federal. Esto debido al intento del presidente de expulsar a más de 130 inmigrantes de Estados Unidos al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT). Este ha sido clasificado como una «mega prisión» en El Salvador. El gobierno de Trump afirma que son miembros de pandillas.
Trump está utilizando para este objetivo la Ley de Enemigos Extranjeros, utilizada por última vez durante la Segunda Guerra Mundial. No obstante, el juez James Boasberg ha bloqueado temporalmente la medida.
Uno de estos deportados es un hombre de la comunidad LGBT+ originario de Venezuela. Su abogada, Margaret Cargioli, ha manifestado que no le habían dado una orden de deportación cuando su cliente fue detenido por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). La abogada calificó el envío de ciudadanos venezolanos al CECOT como «extremadamente inusual y preocupante». Y es que este centro de confinamiento por terrorismo es conocido por numerosos abusos contra los derechos humanos.
En enero pasado, Trump firmó una orden ejecutiva para instruir a los departamentos de Defensa y Seguridad Nacional que comiencen a preparar el centro de migrantes para 30.000 personas en la Bahía de Guantánamo. En este lugar, grupos de derechos humanos alegan que se llevan a cabo terribles torturas.
¿Qué es el CECOT?
El CECOT, ha sido descrito como una «mega prisión». Inicialmente estaba destinado a albergar a 20.000 detenidos. Pero esa capacidad se ha duplicado, a pesar de las afirmaciones de que solo tiene 256 camas.
La prisión, que forma parte de la política de seguridad del presidente salvadoreño Nayib Bukele, se extiende por 23 hectáreas y costó 115 millones de dólares. Las imágenes del interior de la prisión muestran a los prisioneros hacinados, con la cabeza rapada y vistiendo pantalones cortos y camisetas blancas. La prisión carece de espacio al aire libre y las familias no pueden visitar a los reclusos.
Para muchos, esta prisión es un «Guantánamo con esteroides», creado para poner a sus reclusos fuera de las protecciones de la ley tanto en Estados Unidos como en El Salvador.