¡Ya levantó las denuncias por discriminación y posible crimen de odio!
¡Hijes! José Antonio Espinoza Arroyo, mejor conocide como «Pepper Espín», ha denunciado que ha vivido discriminación, agresiones físicas e incluso amenazas de muerte de parte de sus vecinos del fraccionamiento «Quinta Los Naranjos» en León, Guanajuato, debido a su identidad y expresión como persona no binaria. Razón por la que elle y su familia han ido a levantar las denuncias pertinentes tanto a la Comisión de Derechos Humanos, como al Ministerio Público por discriminación y posible crimen de odio.
Espinoza Arroyo es una persona abiertamente homosexual y no binaria, situación que ha incomodado a algunos de sus vecinos, a quienes parece molestarles su expresión de género y forma de vestir, ha desatado la homofobia y demás actitudes violentas de algunas personas, quiénes le hacen comentarios intimidantes. «Un día vas a aparecer hecho pedazos en una bolsa», son algunas de las ofensas mas comunes.
Incluso le han llegado a tocar la puerta de su casa, y gritarle ofensas. Comenta que diversos vecinos se reunían para generar estrategias con la intención de agredirlo. Relata que el pasado 25 de septiembre, mientras se encontraba solo en casa, un grupo de personas llegaron a golpearlo.
«Llega la mujer que propició todo, empieza a golpear la puerta y a quererla prácticamente tumbar a golpes, abro yo la puerta y en ese momento me prensa la mujer, se me deja ir, de alguna manera me empieza a lastimar, se meten a mi casa, intentan a toda costa forcejear pasa sacarme de la casa”, comentó.
Por fortuna, un vecino llegó a separarlos y fue lo que detuvo la agresión, pues de acuerdo a la víctima, la intención de las personas agresoras era matarlo a golpes. No obstante, relata que la agresión no se detuvo, cuando sus progenitores llegaron a casa, la agresión se tornó ahora en contra de toda la familia.
“A la hora que llegan mis papás, esta turba de gente, literalmente como si fuera la quema de brujas, así, se les dejaron ir a los golpes a mis papás, a ofenderlos, obviamente empezamos a grabar, empezamos a documentar el evento, se oye como exigen, le dicen a mis papás: -¡qué salga el puto!, ¡qué salga el puto!-. El chiste es que yo saliera”, agregó Arroyo.
Y aunque ya se levantaron las denuncias necesarias, la situación no se ha conciliado, por lo que hace responsables a estas personas, de cualquier acto o agresión que ocurra contra elle y su familia, pues la situación no ha parado, incluso su padre ya presentó problemas de salud en el corazón.
