Este martes un tribunal de la ciudad egipcia de Port Said, en el Cairo, dictó condena a muerte de once personas por su implicación en los violentos disturbios ocurridos en febrero de 2012 durante un partido de fútbol, en los que murieron 74 personas y 254 resultaron heridas.
De los once condenados a la horca, uno fue juzgado en rebeldía. De las 73 personas que fueron juzgadas en total, 21 fueron absueltas, mientras que el resto fueron condenadas a penas de cárcel de entre cinco y quince años, y sólo uno de los acusados recibió una pena de un año de prisión.
Entre los implicados se encuentran el director de la Seguridad de la provincia de Port Said, el general Isam Edin Samak, y el jefe de la Policía de Medio Ambiente de Port Said, Mohamed Saad, quienes fueron condenados a cinco años de cárcel cada uno por su implicación en los disturbios, que tuvieron lugar sin que las fuerzas de seguridad intervinieran.
También fue condenado a cinco años de cárcel el director ejecutivo del Club de Fútbol Al Masri, equipo local de Port Said, cuyos hinchas fueron acusados de haber atacado a los del equipo contrario, Al Ahli.
En febrero de 2014, el Tribunal de Casación anuló anteriormente un primer fallo en el que se condenó a muerte a 21 acusados por la conocida como masacre del estadio de Port Said. Por esa razón los condenados van a apelar, como último recurso para evitar la horca.