En una especie de experimento, Ben Rosen se puso el reto de realizar diversas tareas bajo la influencia del alcohol y la marihuana, en momentos diferentes. La idea es conocer los efectos en la mente y en el cuerpo.
Ambas opciones son, hasta cierto punto, sustancias incompatibles, como si presentaran un dilema sobre cuál es mejor sobre la otra.
¿Cuáles fueron los resultados?