En la zona de Bosnia gestionada por Serbia, activistas LGBT+ fueron agredides luego de que la policía prohibiera un acto LGBT+.
¡El horror! Activistas LGBT+ en la zona de Bosnia gestionada por Serbia, fueron agredidos el sábado por la noche, horas después de que la policía prohibiera un acto LGBT previsto para este fin de semana, alegando motivos de seguridad.
El ataque ocurrió cuando les activistas salían de una reunión en las oficinas de la organización anticorrupción global Transparencia Internacional en Banja Luka. La reunión se organizó después de que la policía local vetara un acto que esperaban organizar el domingo en la ciudad noroccidental para promover la defensa de los derechos LGBT+.
Les activistas aseguraron que unos hombres les persiguieron por la calle entre insultos y puñetazos. Lo cual lastimó a varias personas activistas, incluido uno que necesitó atención médica.
La policía de Banja Luka declaró que los agentes habían escoltado a les activistas a la comisaría para tomarles declaración y que seguían buscando a los responsables.
El acto cancelado, iba a incluir la proyección de una película y un debate. Su anuncio provocó una reacción homofóbica durante la última semana, también del presidente serbobosnio, Milorad Dodik, que señaló a las poblaciones LGBT de “acosadores” y dijo que esperaba que “los organismos oficiales les impidan reunirse tanto en espacios cerrados como al aire libre”. ¡Qué horror!
También el alcalde de Banja Luka, Drasko Stanivukovic, condenó el evento y dijo que las poblaciones LGBT+ deberían limitarse a la capital multiétnica bosnia, Sarajevo, porque los serbobosnios aprecian “las familias tradicionales, patriarcales, y somos claros sobre nuestra fe y nuestra identidad”.
Desafortunadamente, en Bosnia, la homofobia sigue muy arraigada pese a los progresos de los últimos años para reducir la discriminación.
Desde 2019 se organiza un desfile anual del orgullo en Sarajevo sin altercados destacables, aunque con una gran presencia de las fuerzas de seguridad.
La violencia en Banja Luka fue condenada por funcionarios de la Unión Europea, varias embajadas occidentales y organizaciones internacionales.
El embajador británico de Bosnia, Julian Reilly, señaló en un tuit que el “chocante ataque a activistas civiles (…) muestra el impacto real del discurso de odio”.
Por su parte, la embajada de Estados Unidos en Sarajevo tuiteó que las autoridades serbobosnias “deben identificar y procesar a aquellos que cometieron este acto atroz”.