¡Mis cinéfilas! Hoy les traigo una recomendación de cine queer e independiente.
Pónganse cómodas, hagan sus palomitas y preparen esta peli que es imperdible.
Beach Rats es una película de corte independiente que narra la lucha del autodescubrimiento sexual tratando de comprender ¿quién es esa persona que nos mira a través del espejo?
Frankie, protagonizado por Harris Dickinson (Trust / Postcards from London) nos toma de la mano y nos invita a su íntimo clóset, nos pasea por las calles de Gerritsen Beach en Brooklyn siendo una beach rat (rata de playa), a sus 19 años sumergido en un mundo de delincuencia, drogas, fiestas y alcohol, con una familia fracturada por un padre con cáncer, se encuentra en la búsqueda de su identidad.
De su deseo de libertad, las calles son su escape, lucha por encajar en su grupo de amigos, y la construcción social de su hipermasculinidad, tipos rudos sin camisa y cuerpos torneados.
En la intimidad de su habitación y desconocido por su entorno familiar y de amigos coquetea “online” con hombres gays mayores, presumiendo de su atractivo físico, en una noche de fiesta y juegos pirotécnicos aparece Simone, tratando de seducirlo, protagonizada por Madeline Weinstein (Hair Wolf), orgánica, auténtica y libre, la relación entre ambos es de agradecimiento y cortina de humo, él se muestra poco honesto y no puede darle lo que ella realmente quiere.
Frankie, profundiza en el mundo de las citas en línea, conoce en persona a varios hombres gay y desata sus verdades evidentes. La película avanza, así como la incapacidad de Frankie para resistirse a sus instintos naturales que lo consumen. Queriendo separar sus aventuras de la vida real con sus actividades en línea, va descubriendo que ambas colisionan de forma peligrosa e inesperada.
Lo que extrañamos en esta película es la autorrealización de Frankie, pues después de conocer y tener encuentros sexuales con hombres les dice “que no sabe lo que le gusta o lo que quiere”, no parece estar seguro de sus exploraciones sexuales, no profundiza ni reflexiona lo que está experimentando y lo que verdaderamente significan para él, su vía de escape son las drogas a las que recurre frecuentemente para soslayar lo que se sabe que es cierto acerca de sí mismo.
El guion tiene puntos débiles, una escritura deficiente y sus diálogos contienen frases forzadas, sin embargo, su fotografía y las actuaciones en particular de Dickinson y Weinstein nos transportan y hacen que estos personajes sean tangibles y reales, te venden la historia, se te hacen cotidianos, te involucras y los sientes cercanos.
Hittman crea una película conmovedora, con una mezcla de hipermasculinidad y erotismo homosexual, entretejiendo la complejidad del comportamiento masculino bajo el catalejo de una mujer.
Ganadora en el Festival de Sundance en la categoría de Mejor director en Drama, “Beach Rats” logra tocar puntos sensibles y vulnerables de esta sociedad, evoca la idea de encontrar tu espacio y lugar en tu entorno, relacionarte con quien realmente eres, y recordar que, al descubrirte, ya no puedes olvidarte.