Un joven trans, de A 13 años, se quitó la vida al enfrentar los obstáculos de su transición, como que lo llamaran con el nombre y el género opuesto al que se sentía identificado. Jay Griffin fue encontrado sin vida en su habitación por sus padres, la mañana del 25 de mayo, de 2017.
Los papás del chico, Matt y Erin Georgia, aseguran que Jay, continuamente, luchaba para que los trans fueran aceptados en la sociedad y tuvieran validación.
A partir de la muerte de su hijo, los papás han continuado su labor, educando a la gente sobre los trans y cómo los padres pueden ser personas de fe y querer a sus hijos con cualquiera que sea su orientación sexual.
«El verdadero punto es que necesitamos promover la educación de la diversidad. No sólo por los jóvenes, porque ellos lo entienden, pero tenemos que llegar a los padres».
Después del funeral de su hijo, Erin compartió un emotivo mensaje en Facebook:
«Me imagino a Jesus dándole la bienvenida a Jay, diciéndole ‘Jay, mi hermoso y preciado niño. Estás a salvo conmigo. Yo te amo. Y eres bienvenido a mi reino. Ven y siéntate en mi mesa».
«Y luego imaginé a Jesus a diciéndome ‘tienes trabajo que hacer. Ve al mundo y diles a todos los heridos, rechazados o que sienten que su vida no vale, que todos ellos tienen un espacio en mi mesa».