Pakistán es uno de los países en donde la homosexualidad es considerada un crimen que se paga con prisión o cadena perpetua.
A pesar de la poca apertura que existe a la diversidad sexual y de los fuertes castigos de la ley, hay una activista que busca cambiar la idea islamista según la cual la homosexualidad va en contra de la naturaleza.
Se trata de Kami Sid, quien nació siendo niño y ahora es una modelo y una mujer ejemplar para la comunidad LGBT y el mundo.
Desde niño, Kami supo que no se sentía identificada con el género masculino, su identidad se reafirmó al crecer y supo que se trataba de un «tercer género». Pronto se convirtió en una mujer transgénero que no para de luchar por los derechos de la comunidad transgénero en el Oriente Medio, un rincón del mundo en donde el asesinato a transexuales no es algo fuera de lo común.
