Un lote de dos mangos alcanzó la cifra de 300 mil yenes (más de 38 mil pesos mexicanos) en Japón, durante la primera subasta de la temporada en Miyazaki, en la isla de Kyushu.
El feliz comprador, unos grandes almacenes de la ciudad de Fukoka, situada en la misma isla, hizo que llegara por aire su precioso tesoro, que ofreció a un precio rebajado a sus afortunados clientes, informó la Federación Agrícola de la prefectura de Miyazaki.
Con un peso mínimo de 350 gramos y altos niveles de azúcar, estos mangos de etiqueta «Taiyo no tamago» («Huevo del sol») son objeto de criterios de selección muy estrictos.
Como se sabe, los japoneses no suelen mirar el bolsillo a la hora de comprar, especialmente si se trata de regalar frutas, un obsequio muy preciado en el archipiélago. Incluso en los supermercados corrientes, las frutas siguen siendo costosas: una simple manzana cuesta el equivalente a 2 euros.
En los departamentos de frutería de los grandes almacenes o en las tiendas especializadas, estas obras de arte de la naturaleza se exponen como si fueran joyas, protegidas por una redecilla de muselina blanca.