¡Comadres, cada vez me entero de casos como el que le voy a compartirs, pey atenshon!
Fíjense, mis cielas, que sin importar situación y condición uno debe vivir la sexualidad a todo, y les digo esto, manas, porque aunque las personas tengan alguna diferencia o discapacidad (según sea el caso), eso no debe ser ningún motivo para frenar y pausar nada, al contrario, siempre debemos salir adelante, hijas, que nada nos limite, my darlings!
Uno de mis amigay vive con discapacidad motriz, padece una enfermedad conocida como huesos de cristal, pero él trabaja, va, viene, es totalmente autosuficiente pero se considera que su posible vulnerabilidad fue la que su agresor aprovechó para drogarlo, asaltarlo y hasta abusar de él.
El caso de mi amigocho Guz Guevara lo documentaron mis compadras de Animal Político y sucedió hace cuatro meses, en mayo, para ser exactas y precisas.
Este desaguisado con mi Guz se dio en San Luis Potosí y ocurrió en la Grindr, una app de ligue en donde luego de varios mensajes de texto y fotos una arma plan y se arma el meet and greet para darle gusto al gusto (dijera una canción norteña de mi Antonio Aguilar).
Todo iba viento en popa, el date de mi Guz llevó una botella de vino tinto y comenzaron a beber. a mi amigay le supo un poco raro y rápido se sintió mal, por lo que le pidió al ligue que mejor se fuera. Eso no ocurrió y may friend ya había perdido la mayor fuerza como para enfrentarlo y defenderse. Siete horas después despertó todo desorientado y con un brazo facturado, se dio cuenta de que había sido abusado sexualmente en su propia casa y que habían faltantes en su hogar de 55 mil pesos (esa fue la valuación que brindó la fiscalía del estado.
La sorpresa de mi Guz fue descubrir que su caso no era el único, supo y encontró que a otros hombres les pasó lo mismo: un contacto por una app de ligue, una persona de su mismo sexo que se ofrece a ir a su casa para que se conozcan en vivo y a todo color sin importar horario y que que llegaban con alguna bebida que luego de un par de brindis o tragos,hay una víctima inconsciente.
Luego de conocer el caso de mi Guz adoreytet, y empezar a cruzar historias con otras personas, se encontró a uno que fue víctima del mismo sujeto, apenas hora y media antes que él.
De acuerdo con la fiscalía general de San Luis Potosí, no hay indicios de que haya una banda o sujetos que estén haciendo estos ataques de forma serial, a pesar de estos casos registrados en los últimos meses. Pero señaló también que suelen ser casos que se denuncian poco porque las víctimas sienten vergüenza de que se vaya a hacer público que les ocurrió después de utilizar una app de citas.
Mis amigoas de Animal Político también mencionan que cuando Guz fue a presentar su denuncia, le parecía que la vía más directa para localizar al delincuente era que la Grindr proporcionara sus datos, ya que estas aplicaciones no solo recaban un nombre de usuario y teléfono, sino que funcionan con geolocalización para poner en contacto a personas que están cerca.
Pero mi Guz se topó con pared ya que le explicaron que ni siquiera era posible solicitarle la información, porque no existe una regulación legal a nivel nacional que obligue a las apps a hacerlo, y además, se escudan en la privacidad de sus usuarios y al tener sede en el extranjero, suelen remitirse a las leyes de sus propios países.
La fiscalía de San Luis confirmó a mis comadres de Animal Político que para casos como éste se intenta contactar a algún representante de la aplicación en México, pero para que realmente cooperen se tiene que buscar un convenio, como sí lo tienen en el estado con Uber. Mis amigochos de Animal Político enviaron correos a la oficina de prensa de Grindr en Estados Unidos para conocer su postura, pero no tuvieron respuesta.
Mi amigay Guz ha decidido luchar porque se regulen no solo las apps de transporte, sino todas, tanto las que son para conocer gente y tener una cita, como Grindr y Tinder, como la de hospedaje Airbnb, porque menciona que después de compartir en sus redes sociales un video contando su historia, le llegaron varios testimonios de personas que en todas esas plataformas han sufrido abusos de otros usuarios, algunos hace ya años, pero que no se denunciaron por pena (así también lo mencionó la fiscalía a del estado).
“Ahora quiero invitar a las víctimas a que sean conscientes de que son víctimas. Porque con este tipo de situaciones uno se echa mucho la culpa, por el carácter sexual, sigue siendo un tema complicadísimo todavía en la sociedad, uno se recrimina y se echa la culpa. Pero no debes de sentirte culpable porque una persona se atrevió a agredir tu seguridad, tu dignidad, a agredir tu integridad. “Y quiero decir que también urge regular no solo esta app, que es de citas entre hombres, sino todas, se necesita, para que en caso de que haya una denuncia legal se les obligue, a cualquier aplicación, a brindar datos específicos, yo sé que son datos reservados, pero que se colabore”, compartió Guevara a mis amigoas de Animal Político.
En el caso de mi Guz, aunque no se logró la respuesta o colaboración de Grindr y contra toda estadística de impunidad, su agresor fue detenido y vinculado a proceso el 31 de julio pasado. La Fiscalía informó en un comunicado que José “N”, de 40 años, permanece en prisión preventiva en espera de juicio.