El Tribunal Supremo de EE. UU. ha decidido no escuchar argumentos en el caso de Charles Rhines, un prisionero de Dakota del Sur que dice que fue sentenciado a muerte por un jurado homofóbico.
Cabe mencionar que Rhines no es inocente en lo más mínimo. En 1992, fue atrapado en medio de un robo. Rhines intentó robar una tienda de donas en Rapid City, que era el lugar de trabajo de Donnican Schaeffer, de 22 años. Rhines terminó apuñalando a Schaeffer en el abdomen y la espalda antes de apuñalarlo en el cráneo.
Charles Rhines fue condenado en 1993 por el asesinato y condenado a muerte. Dicho eso, él y su equipo legal han mantenido una larga batalla legal para escapar de ese destino. Su posible salvador llegó en 2017 cuando la Corte Suprema de los Estados Unidos dictaminó que las deliberaciones del jurado podrían ser impugnadas si se demostrara que el prejuicio racial era un factor. Los abogados de Rhines luego argumentaron que la decisión basada en la orientación sexual debería ser el siguiente paso en ese razonamiento.
Shawn Nolan, que supervisa el equipo de defensa de Rhines en la Defensoría de la Comunidad Federal en Filadelfia, argumentó que el jurado era homofóbico, por lo que decidió que ésta podría ser una nueva oportunidad para su cliente de ser libre.
