En el 2008, el bibliotecario de la Universidad de Columbia, Herbert Mitchel falleció. Antes de su morir, dejó un peculiar tesoro al Metropolitan Museum of Art.
Además de bibliotecario, Mitchell era un coleccionista. Poseía antiguos catálogos, posters, y varios retratos de hombres posando de una forma más afectuosa de la que nadie esperaría de una época sexualmente tan represiva como la victoriana.
Hombres tomados de la mano, apoyando las piernas sobre el otro, sentados en el regazo de sus compañeros, e inclusive, vestidos con ropa femenina, todos ellos sin mostrar ningún tipo de complejo.
Ninguna de las imágenes incluyen notas o información, por lo que la imaginación es lo único que nos permite saber qué tipo de relación existía entre los hombres.