Mis cielas, se le vienen complicaciones a mi comadre Miguel Bosé.
Y es que el lunes entrante, el 19 de octubre, pues, Ignacio Palau, quien fuera novio de Bosé por más de 26 años, retomará la demanda que tiene contra el cantante por el bien y beneficio de sus hijos.
El intérprete de Amante bandido y el escultor, tienen cuatro hijos, y preocupado por la situación que él con dos de ellos tiene y padece, Nacho se irá con todo para que a los críos que están a su cargo, se les brinde lo que les corresponde.
Pues como sabemas, manas, Miguel y dos de los pequeños viven desde hace unos años aquí en México con todos los lujos, bondades y comodidades, mientras que en España, vive Ignacio con otros dos de los pequeños con muchas carencias.
Fue apenas en septiembre pasado que Nacho se quedó sin trabajo, pero antes de eso, como estaba desempleado, aplicó para que el gobierno de España le diera una manutención (una especie de seguro de desempleo). Con el dinero que recibió, le brindó a sus pequeños lo que necesitaban y se puso a estudiar varios cursos de cocina. Ya con los conocimientos adquiridos, trabajó como chef en un asilo, pero como el mero mero chef regresó luego de una incapacidad, Nacho se quedó sin trabajo.
La vida no le ha sonreído del todo a Palau, pues debió mudarse a casa de sus padres porque no podía pagar la renta. Sus dos pequeños iban a la escuela pública (antes de la pandemia) y vivían una vida austera. En contraste, Miguel y los otros dos pequeños siempre estuvieron en la opulencia. Con decirles, manas, que Bosé pagaba cerca de cinco mil euros, por crío, de colegiaturas (antes de la pandemia); la escuela de estos pequeñines está en el poniente de CDMX, por allá en Santa Fe. Así lo dijeron en su momento, hace varias semanas, mis muchachos de La Escandaliza (el podcast).
El caso es que, no lo tomen a mal, mis cielas, pero los de España con los parientes pobres del amor y los de aquí de México, son los ricachones.
Es sabido también que desde que Nacho y Miguel se separaron hace dos años, cada uno con dos chiquitines, Nacho no recibe ni un euro por parte de Bosé, y es lo que Palau reclamará de nueva cuenta en los juzgados, o sea, que cuando los seis estaban juntos, vivían todos igual y muy a gusto, pero ahora que están separados, se las ven difíciles los que radican en el viejo continente.
Lo que se retomará en el juzgado la siguiente semana es el cambio radical que los pequeños de Nacho han sufrido, pues su único interés es el bienestar de sus hijos, ya que argumentará, de nueva cuenta, que tenerlos separados, a los críos, los ha afectando emocionalmente.
«Me ha fastidiado la vida. Me vine a casa de mi madre, no tenía otro sitio. Ya no quiero nada para mí. No puedo llevarlos a un colegio privado. Los niños se necesitan y me importa que la familia esté separada ¡Todo es un despropósito! Entre ellos existe una filiación afectiva e intencional, ya que fueron concebidos con el objetivo de vivir en una misma familia», fue parte de lo que el ex novio del intérprete de Bambú dijo ya a una revista española.
Con Ignacio, en España, viven Ivo y Telmo, mientras que aquí en México, con Miguel, viven Diego y Tadeo.