Activistas tomaron acciones ante el borrado de este cruce peatonal ubicado frente al club nocturno LGBT+, hoy convertido en memorial.
La madrugada del 21 de agosto, trabajadores estatales borraron el cruce peatonal con los colores del arcoíris que se encontraba frente al antiguo club Pulse, en Orlando, Florida. Hoy, este recinto se ha convertido en memorial en honor a las 49 víctimas del tiroteo de 2016.
La acción, realizada sin previo aviso, fue atribuida al Departamento de Transporte de Florida. Este argumentó que forma parte de una campaña para eliminar “símbolos políticos” de las calles. Dicho cruce había sido instalado en 2017 como homenaje a las vidas perdidas y como emblema de resiliencia de la comunidad LGBT+.
Esta medida desató de inmediato protestas e indignación. Activistas, sobrevivientes y líderes locales, entre ellos la comisionada Patty Sheehan y el senador Carlos Guillermo Smith, condenaron la decisión al considerarla un acto político “cruel y desconsiderado” hacia las familias de las víctimas y quienes sobrevivieron a la tragedia.
El gobernador de Florida Ron DeSantis, defendió la eliminación de dicho cruce. DeSantis aseguró que los caminos estatales no deben usarse con fines ideológicos.
Ante esta situación, decenas de personas acudieron al lugar para devolverle color con tizas y manifestarse de manera pacífica.
Brandon Wolf, sobreviviente de Pulse y vocero de Human Rights Campaign, subrayó:
«El arcoíris no era solo pintura, sino un recordatorio de que nunca olvidaremos a quienes murieron aquella noche”.
Pese a lo ocurrido, la comunidad dejó claro que el memorial seguirá en pie. Y su compromiso por honrar a las víctimas no podrá ser borrado con pintura.