Manaaas estoy, muy indignada con esta noticia, en verdad que no es posible que en pleno siglo XXI el hombre siga teniendo estos prejuicios hacia la comunidad, que estén ofreciendo tratamientos para «quitarte lo gay», y lo peor, que las mismas familias ¡los acepten! Justo como le pasó a Raymond Buys, un joven de 15 años que murió en un campamento donde tomaba «Terapia de conversión Gay» y lo más triste es que fue su madre quien lo envío.
Este tipo de “terapias” son muy peligrosas, ya que pueden dejar varios traumas psíquicos a lo largo de la vida, no todo quien la toma sobrevive, como adolescente sudafricano, Raymond Buys, quien con tan sólo 15 años fue obligado por su madre a ir a un “campamento de conversión” para que se le quitara lo gay, en él sufrió tanto abuso físico que terminó por matarlo.
Estuvo en tres en el campamento Echo Wild Game Rangers de Alex Koker, el cual se realizaba en el monte, a una hora del sur de Johannesburgo. Cuando llegó al hospital estaba en muy malas condiciones, demacrado y deshidratado, además de presentar daño cerebral, un brazo roto, moretones y quemaduras de cigarrillo en todo el cuerpo, sus posibilidades de sobrevivir eran nulas. Murió dos semanas después.
En una entrevista con su madre, declaró: «Envié a mi hijo en este curso para hacerle un hombre mejor, para darle un futuro mejor. Confié en Alex de Koker con su vida.»
Aunque este hecho ocurrió en el 2013, sigue siendo un tema de importancia, pues hasta al fecha se siguen llevando acabo estas prácticas tan faltas de ética. Y 13 años antes, la Asociación Americana de Psicología emitió una declaración que condenaba la terapia de conversión gay:
“Las modalidades psicoterapéuticas para convertir o «reparar» la homosexualidad se basan en teorías del desarrollo cuya validez científica es cuestionable. Además, los informes anecdóticos de «curas» son contrarrestados por afirmaciones anecdóticas de daño psicológico. En las últimas cuatro décadas, los terapeutas «reparadores» no han producido ninguna investigación científica rigurosa para justificar sus afirmaciones de curación. Hasta que no haya tal investigación disponible, [la Asociación Psiquiátrica Americana] recomienda que los profesionales éticos se abstengan de intentos de cambiar la orientación sexual de los individuos, teniendo en cuenta el dictamen médico a la primera.
Los riesgos potenciales de la terapia de reparación son grandes, ya que incluyen depresión, ansiedad y el comportamiento autodestructivo, puesto que el alineamiento del terapeuta con los prejuicios sociales contra la homosexualidad puede reforzar el odio propio ya experimentado por el paciente.
Muchos pacientes que han sido sometidos a esta terapia reparadora se refieren a los homosexuales como individuos solitarios e infelices que nunca lograrán la aceptación o satisfacción.
Por lo tanto, la Asociación Psiquiátrica Americana se opone a cualquier tratamiento psiquiátrico, como la terapia reparativa o de conversión que se basa en la suposición de que la homosexualidad per se es un trastorno mental o basado en la suposición a priori de que el paciente debe cambiar su orientación sexual homosexual”.
Por eso es importante compartir y resaltar el peligro de estas prácticas y no tomarlas como una broma.