El gobierno australiano amenazó este con sacrificar a Pistol y Boo, dos terriers propiedad de Johnny Depp que el actor introdujo ilegalmente en el país, donde está rodando una secuela de Piratas del Caribe.
«Solo porque se trata de Johnny Depp no quiere decir que esté exento de cumplir la ley australiana», dijo a la prensa el ministro de Agricultura, Barnaby Joyce.
La ley australiana obliga a los perros y gatos procedentes de Estados Unidos a pasar diez días en cuarentena cuando llegan a Australia, cosa que no sucedió y ahora los pobres perros están en peligro de ser sacrificados.
«Es hora de que Pistol y Boo se larguen a Estados Unidos» dijo el muy enojón el ministro de Agricultura de Australia.
Esperamos que los pobres perros de Johnny Depp no sufran las consecuencias de la ley de Australia.