Las parejas casadas del mismo sexo manejan el estrés mejor que los cónyuges de sexo diferente, según un nuevo estudio.

El estudio, publicado en el Journal of Social and Personal Relationships por investigadores de la Universidad de Texas Austin, encontró que, si bien el estrés es común en todo tipo de matrimonios, las parejas del mismo sexo pueden manejarlo mejor juntas.

Al analizar las respuestas de la encuesta de 419 parejas sobre el afrontamiento díaco, el afrontamiento como pareja, tanto en matrimonios entre personas del mismo sexo como en los de diferentes sexos, los investigadores revelaron que los cónyuges del mismo sexo pudieron ser más positivos y colaborativos en el manejo del estrés en comparación con sus homólogos.

Las diferencias, dijeron los investigadores, se derivan de los vínculos entre el género y las estrategias de afrontamiento.

Por ejemplo, las mujeres casadas con hombres dijeron que sus cónyuges eran más ambivalentes y hostiles en la respuesta al estrés en comparación con las mujeres casadas con mujeres.

Según el autor del estudio Yiwen Wang: «Esta investigación muestra que, si bien hay algunas diferencias de género en los esfuerzos de afrontamiento diádico, los efectos del afrontamiento diádico de apoyo y colaborativo, así como del afrontamiento diádico negativo en la calidad matrimonial son los mismos para todas las parejas.

«Nuestros hallazgos también enfatizan la importancia de hacer frente como pareja para la calidad matrimonial en diferentes contextos de relación, lo que puede ser una vía a través de la cual las parejas trabajan juntas para fortalecer el bienestar de la relación».

Los autores del estudio creen que debido a que el estrés fue manejado mejor por parejas masculinas y femeninas del mismo sexo, la clave para su afrontamiento diádico es su capacidad de trabajar juntos para lidiar con el estrés, utilizando sus similitudes en las respuestas al estrés y sus experiencias compartidas relacionadas con el género.

Debra Umberson, coautora de Wang, dijo que hacer frente al estrés en colaboración puede ser incluso más importante para las parejas del mismo sexo, que tienen menos probabilidades de tener apoyo familiar e institucional en comparación con las parejas heterosexuales.

«Incluir a los cónyuges del mismo sexo y ver cómo trabajan entre sí para manejar el estrés en comparación con los cónyuges de sexo diferente puede ayudarnos a comprender mejor las formas en que se desarrolla la dinámica de género en los matrimonios», dijo.

«Las parejas del mismo sexo se enfrentan a factores estresantes únicos relacionados con la discriminación y el estigma. Hacer frente a una pareja puede ser especialmente importante para ellos, ya que no reciben tanto apoyo de la familia extendida, amigos o instituciones como las parejas de diferentes sexos».