Manas! Les vamos a platicar de una de nuestras manas mayores, nada más y nada menos que Laura León. Su nombre real es Rebeca Valderraín y nació en Comalcaco Tabasco; suma 40 años de carrera artística ininterrumpida.
Emilio «El Indio» Fernández fue el cineasta que le dio su primera oportunidad en la película «Zona Roja«, de 1976, cinta que le causó el divorcio con el padre de sus hijos, Daniel Santalucía.
La actriz de ahora 67 años abrió su corazón para las manas de TV Notas y les ofreció una entrevista en donde habló de su carrera, secretos y vida personal… ¡Aquí se las dejamos!
-¿Quién te puso Laura León?
“Me bautizaron como ‘Laura León’ y ¡me encanta! El señor Guillermo Vázquez Villalobos, que era el director de espectáculos del periódico El heraldo de México, fue quien me puso así, y siempre lo voy a llevar con orgullo”.
-¿Por qué te apodaron La Tesorito?
“Fue en un programa de los ochentas de mi rey adorado, Guillermo Ochoa. Me acuerdo que iba de promoción a Hoy mismo para llevarle mi ‘Abusadora’, pero siempre llegaba muy efusiva saludando a todos, y en eso vi a Memito y le grité: ‘¡Tesoooro!’, y se me quedó el apodo”.
-¿Por qué no querían?
“Por el estilo que manejo del ‘oh, oh, oh…’ al final de las canciones, no les gustaba y no querían grabarme; pero al final, eso es lo que ha caracterizado mi música. El licenciado Miguel Alemán Velasco fue el que me apoyó para que grabara mi musiquita tropical, y así vino mi éxito ‘Abusadora’”.
-¿Sufriste rechazo?
“Pues nadie quería que grabara, fui a ver miles de disqueras y nadie confiaba en el ‘oh, oh, oh…’, simplemente me decían: ‘quítate el oh, oh, oh y te grabamos’, pero no lo acepté”.
-Hay mujeres que siguen dependiendo del hombre, ¿qué consejo les das?
“Gracias a Dios, actualmente hay mucha preparación como para dejarse poner el pie encima y sentir ese yugo que antes era más común, pero si te gusta, adelante… ¡Yo jamás me dejaría doblegar por un hombre, soy mucha mujer!”.
-¿A ti te afecta el paso del tiempo?
“¡Para nada!, el tiempo es tiempo y ya lo bailado quién te lo quita. Lo maravilloso de ver pasar el tiempo con el entusiasmo de ver a tus hijos y nietos crecer, tus plantitas enfocadas hacia el futuro, tener una oportunidad en la vida, eso no tiene precio, es lo más grande que existe, yo no me regresaría para nada”.