Varias organizaciones líderes LGBT+ solicitaron a 11 países que pongan fin a la amenaza de pena de muerte como castigo para las personas queer.
¡Manas! La organización ILGA Asia, la Comisión Internacional de Juristas (CIJ) y otras cinco organizaciones condenaron la violencia contra las personas LGBTQ+ en una declaración emitida con motivo del Día Internacional contra la Homofobia, la Bifobia y la Transfobia, celebrado el 17 de mayo.
En el comunicado, las organizaciones señalan que actualmente 70 países de todo el mundo siguen penalizando las conductas sexuales entre personas del mismo sexo, entre ellos 22 países asiáticos.
ILGA Asia señaló que 11 países (Afganistán, Brunei, Darussalam, Irán, Mauritania, Nigeria, Pakistán, Qatar, Arabia Saudí, Somalia, Emiratos Árabes Unidos y Yemen) mantienen la pena de muerte para las personas LGBTQ+. Ocho de ellos pertenecientes al continente asiático.
Según Human Dignity Trust, la pena de muerte se aplica en Irán, el norte de Nigeria, Arabia Saudí, Somalia y Yemen, y sigue siendo una «posibilidad legal» en Afganistán, Brunei, Mauritania, Pakistán, Qatar y Emiratos Árabes Unidos.
«El mantenimiento y la imposición de la pena de muerte por una conducta sexual consentida entre personas del mismo sexo es una violación del derecho a la vida y del derecho a no sufrir tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes», dijo Daron Tan, asesor jurídico internacional asociado de la CIJ.
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Por su parte, Ajita Banerjie, responsable de investigación de ILGA Asia, pidió que se despenalicen las conductas sexuales entre personas del mismo sexo en todo el mundo, y afirmó que la pena de muerte debería abolirse en todas las circunstancias.
«Además, instamos a las autoridades de todos los países que siguen manteniendo la pena de muerte a que introduzcan una moratoria sobre su uso, como primer paso necesario hacia la abolición de la pena de muerte. Por último, pedimos a las autoridades que garanticen todas las salvaguardias necesarias para asegurar el acceso a la representación legal y a juicios justos para quienes se enfrentan actualmente a la pena de muerte en relación con su participación real o supuesta en conductas sexuales consentidas entre personas del mismo sexo», declaró Ajita.
Las Naciones Unidas y otras organizaciones de derechos humanos han condenado reiteradamente el uso de la pena de muerte en numerosos países del mundo.
En diciembre de 2020, la Asamblea General de la ONU pidió a los Estados que aún utilizan la pena de muerte que garanticen que no se aplica «sobre la base de leyes discriminatorias o como resultado de una aplicación discriminatoria o arbitraria de la ley».
Incluso en los países en los que no se aplica la pena de muerte a las personas LGBTQ+, muchas de ellas siguen siendo detenidas y condenadas por mantener relaciones sexuales consentidas.
Algunos países mantienen leyes de «inmoralidad» arbitrarias que atacan a personas LGBTQ+, como Kuwait, Líbano, Myanmar y Omán.