Juvencio Adán Cervantes, un profesor y activista de Orizaba, Veracruz denunció haber sido víctima de actos discriminatorios y homofóbicos, por parte de sus compañeros de la escuela primaria Ahuilizapan.
Explicó que a partir de noviembre del 2017, fue designación como profesor de dicha institución ubicada en la ciudad de Orizaba, luego de haber solicitado a través de trámites oficiales su cambio a esta ciudad, pues desde el año 2011 se ha desempeñado como profesor ante grupo al haber concluido sus estudios como licenciado en pedagogía en la Universidad Pedagógica Nacional Unidad Regional. Sin embargo, a partir de su ingreso a esta institución y a pesar de cumplir con cabalidad la encomienda ante el grupo de estudiantes, recibió un sinnúmero de ataques debido a su orientación sexual por parte de la plantilla laboral de esta institución, sin que las autoridades escolares tomarán cartas en el asunto para acabar con esta discriminación.
Luego de haber levantado la voz en contra de estos abusos, Cervantes denunció a sus compañeros laborales el pasado 20 de junio, ante la Unidad Integral de Procuración de Justicia de la ciudad de Orizaba, sin embargo, a partir del término del ciclo escolar, debió cambiar su lugar de residencia debido a los diversos ataques de que fue objeto por el personal del colegio.
“Quiero exponer el lamentable hecho de discriminación por homofobia, y acoso laboral del que he sido objeto en mi centro de trabajo en la ciudad de Orizaba Veracruz dónde hasta el último día de clases tenía mi residencia la cual tuve que cambiar por miedo a represalias y el resguardo de mi persona. Interpusiera una denuncia ante la fiscalía, para dejar en claro que la discriminación por orientación sexual, apariencia física y/o identidad de género debe erradicarse y más por persona que tienen a su cargo la educación de los futuros ciudadanos de este país, pues lamentablemente los que se han encargado de hacerlos señalamientos, burlas y humillaciones además de los actos de discriminación hacia mi personas son algunos profesores compañeros de mi centro de trabajo”, dijo Adán, quien desafortunadamente no fue escuchado por ninguna autoridad.
¿Se vale?
