En Nebraska, una mujer se nombró a sí misma como la abogada de Dios y no sólo eso, en su representación opretende acabar de una vez y para siempre con la homosexualidad.
Así como leen, Sylvia Ann Driskell se asumió como la defensora de Dios y su hijo Jesús en la Tierra para entablar un juicio en contra de ellos.
La demanda fue redactada por ella misma y su principal argumento es que la homosexualidad es un pecado y por ello debe ser abolida.
¡Tan estúpida!