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Transfemicidios una realidad que enfrenta la comunidad trans

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Hijas e hijos del mundaaa hablemos de una realidad que la comunidad TTT vivimos día a día. Es una realidad difícil de esconder. Y un tema muy serio por el cual vivimos.

Aunque el termino parece claro, quizás valga la pena aclarar que se refiere al homicidio de personas trans del sexo femenino, que es dentro de nuestro colectivo trans, claro hablamos de los transfemicidios. Es el tipo de casos de mayor incidencia y el más sonado en las notas rojas. Es una de las realidades muy triste, la verdura en el caldo, cuando es causado por el odio generado por el rechazo machista hacia el género de una mujer trans, que es casi un factor común en los países latinoamericanos.

México se ha convertido el segundo país en este tipo de crímenes para las transe, por detrás de Brasil, con 261 asesinadas entre 2013 y 2019 según un estudio reciente, y es que escuchar eventos como estos, además de que precisa pensar en los peligros evidentes para mis hijas trans, que causan un miedo terrible; generan también tristeza por la falta de apertura, cultura y evolución de las personas que aún siguen viendo a las chicas trans como una aberración que necesita ser erradicada, ya sea por la simple falta de una educación, por fanatismos religiosos, problemas de homosexualidad reprimida, machismo, incapacidad mental y otras causas importantes que a la larga terminan haciendo una cruzada muy similar a la que el Ku klux Klan tuvo en los Estados Unidos contra la gente afrodescendiente.

Cualquier crimen de odio es generado por la incapacidad de aceptar y respetar las preferencias de otro ser humano, y por ello querer arrebatarle el derecho a la vida debe ser castigado y muy fuertemente, con todo el peso de la ley.

Hay una exposición diaria a esto, y es mayor en ciertas zonas marginadas donde la falta de valores morales predomina. La lucha contra estos crímenes, es una labor titánica encabezada por muchos grupos de hijos e hijas activistas, y organizaciones civiles, a través de las cuales poco a poco se ha logrado una mejor respuesta de los organismos oficiales en la persecución de estos criminales, y condenas más certeras.

Se hacen mediáticos los casos tomando atención de la población en general, que, aunque logra que muchas personas velen también por alertar y reportar estos posibles crímenes cuando es posible, y se sumen muchas conciencias fuera del colectivo a esta lucha, aún son insuficientes para cambiar las bases de una cultura machista transfóbica, sobre la cual hay que trabajar mucho todavía. Y es que debo recalcar que mucha de la misma transfobia viene de la comunidad gay, lésbica y hasta trans.

Es como lo hemos dicho antes, una realidad difícil de negar, es increíble cómo es que aún no se logra una apertura total para lograr una línea simple de respeto, y más grave aún que se pretenda seguir ignorando una situación así y permitamos que las estadísticas nos lleven a ser calificados como una zona letal.

Es necesario reforzar la educación, es necesario ver también con otros ojos a las religiones que hoy en día fomentan este rechazo. Cierto es que la iglesia ha sido por siglos la base cultural de muchos países, sobre todo los latinoamericanos, y que incluso por ello se ha logrado cierta evolución, pero es también cierto, que la misma iglesia creo la Santa Inquisición manas.

Tenemos aún mucho por andar, y hay que seguir peleando. Sin embargo, tampoco hay que confundir las cosas, dentro de las estadísticas, se cuentan asesinatos de muchas chicas trans, que se deben a otras causas, y hay que saber separarlas. Como llegan a ser los crímenes pasionales, las sobredosis de drogas, los asesinatos imprudenciales por uso de sustancias estéticas clandestinas, y en muchos casos, venganzas o defensa por robo o por algún delito similar.

Creo que, si dejamos de mezclar las cosas, y quitamos también este ruido, podemos focalizar y hacer más certeros los esfuerzos de los distintos grupos de mis hijos e hijas que hoy trabajan en evitar un transfeminicidio, para que se logre la evolución en nuestra sociedad, se logre correctamente la inclusión y la normalización, y para lograr una mejor respuesta de las autoridades.

¡NI una chica trans más, muerta por odio!