En la década de los 2000s y 2010s, el canal de televisión restringido Telehit, propiedad de la cadena Televisa, fue un importante foro para presentar, de forma insólita en televisión, contenido dirigido a la comunidad LGBT+.
Fue en ese mismo espacio donde existieron proyectos como «Desde gayola» (2002-2006), «Guau!» (2005-2013) y «¡Que show con Alejandra Bogue!» (2009-2014), en donde, en diferentes contextos, la comunidad LGBT+ de México y de otros países, encontró un foro para la visibilidad, en un medio tan censurado como la televisión.
Por ello, resulta increíble que hoy en día, en la tercera década del siglo XXI, en este mismo espacio, algúnx miembrx de la comunidad LGBT+ pueda ser objeto de algún tipo de ofensa, discriminación, falta de respeto o burla.
Lamentablemente eso sucedió en el show «Me la juego», que se transmite en la frecuencia del canal antes mencionado. La víctima de un acto irrespetuoso fue la influencer Charlotte Lascuráin, quién se presentó en el show televisivo para participar en algunas dinámicas.
En medio de la emisión, Charlotte fue cuestionada sobre su deadname, es decir, el nombre que utilizó antes de su transición. La también tiktoker mostró gran agilidad para responder y dijo: «Brad Pitt».
Todxs aplaudieron la forma en que Lascuráin resolvió ese momento tan incómodo. Finalmente la influencer no tuvo problema en compartir su deadname. Sin embargo, no quiere decir que aunque Charlotte y otrxs mujeres y hombres trans compartan esta información, lxs otrxs estén dispuestxs u obligados a hacerlo.
El Deadnaming, como se le conoce al acto de nombrar a una persona trans con el nombre que tenía antes de su proceso de transición, está considerado como una de las faltas de respeto más graves para la comunidad trans.
Es irrespetuoso, es invasivo, es violento, es discriminatorio y, simple y sencillamente, no viene al caso cuando una persona se presenta y dice: «Me llamo tal».
De hecho, en algunos países del mundo, ya está considerándose legislar para que este acto sea tipificado como delito. Y es que el acto del Deadnaming puede tener consecuencias emocionales y psicológicas muy severas para la persona trans.
Desde aquí se aplaude la forma ágil que Charlotte tuvo para resolver este incómodo momento. Incluso la influencer compartió fotos previas a su transición en su cuenta de Instagram.
Sin embargo, hagamos un llamado de atención a espacios en medios de comunicación para que erradiquen, de forma definitiva, esta forma de violencia contra la comunidad trans de sus contenidos.