Alexis Montaño Mora, de 24 años, mató a su octava víctima el viernes pasado. Lo observó durante días caminar solo en la zona boscosa de San Miguel Topilejo, en Tlalpan, se le acercó y caminó junto a él por algunos segundos antes de aplicarle una llave china, estrellarle la cabeza contra una barda, para después cortarle el cuello con un cuchillo.
Cuando caminaba por la calles Ayocatitla esquina con Santa Cruz, se encontró de frente con una patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública del DF y corrió.
Los policías fueron tras él y lo detuvieron. Cuando le preguntaron porque huía, dijo que había matado a un hombre por el simple placer de hacerlo. Pero que si lo dejaban ir los llevaría a donde estaba el cadáver.
Juntos fueron al paraje “La Magueyera”, ubicado en el camino a Cuernavaca y Tlayelpa, en San Miguel Topilejo. Ahí encontraron sin vida a un hombre de unos 60 años que vestía pantalón beige y suéter color vino.
Montaño declaró sin reparo que mataba por placer y que llevaba ocho muertos.
Como si hablara de cualquier cosa, les relató que el 19 de enero de este año, en complicidad con otro sujeto, asesinó a una mujer de nombre Érika Juárez Murillo, de 30 años, quien vivía en San Pedro Mártir.
Alexis, quien trabajaba en una tortillería en Topilejo, también les contó que hace aproximadamente un año violó a una mujer en ese mismo pueblo.
Montaño Mora, quien tiene dos hijos, un niño de cuatro y una niña de dos, está separado de la madre de sus hijos y hasta antes de ser detenido vivía con una de sus tías.