¿Recuerdan que hace unos meses les compartí que en Uganda, la policía realizó un operativo para «cazar» a participantes homosexuales durante un festival de cine?
Pese a esa mala experiencia, la comunidad LGBT no se deja intimidar por la homofóbia que se vive en aquél lugar. El Queer Kampala International Film Festival (QueerKIFF), fundado por Kamagoa Hassan, debía celebrarse entre el 10 de diciembre y el 11 de diciembre, pero desafortunadamente la policía lo detuvo. El evento estaba destinado a ser un secreto, debido a que la homosexualidad es ilegal en el país, y los asistentes al festival fueron investigados en gran medida para asegurar que no hubiera filtraciones, sin embargo, alguien notificó a las autoridades y ocurrió lo que ustedes y yo ya sabíamos.
El fundador del festival ofreció una residencia privada para ver las películas restantes que aún no se habían visto. Como medida de precaución, la seguridad de este evento fue incluso más estricta que la original. Solo unos pocos selectos fueron invitados a través de WhatsApp e informados sobre los detalles del nuevo evento. Además, a los que asistieron se les prohibió tomar fotografías, de modo que nadie más tarde podría identificar el edificio que se está utilizando para este segundo evento.
Hassan y compañía están tratando de obtener derechos extendidos sobre las películas LGBTQ para crear más oportunidades para que las personas en Uganda las vean, además, Hassan espera obtener la ayuda de la policía (en lugar de su desprecio) a tiempo para el QueerKIFF de finales de este año, de hecho, está buscando la ayuda de una organización llamada HRAPF (Foro de Promoción y Conciencia de los Derechos Humanos), que trabaja para enseñar a la policía cómo manejar a los ciudadanos de una manera compasiva y humana.