¡Hijas! Las leyes transfóbicas de Japón siguen en pie desde hace años y nada hace nada al respeto, hasta ahora.
Un hombre trans japonés, Gen Suzuki de 46 años, presentó una solicitud judicial para que se reconozca su género legal como masculino sin someterse a una cirugía de esterilización según lo prescrito por la ley nacional.
Las personas trans en Japón que desean cambiar legalmente su género deben apelar ante un tribunal de familia. En virtud de la “Ley de casos especiales de trastorno de identidad de género (GID)”, los solicitantes deben someterse a una evaluación psiquiátrica y ser esterilizados quirúrgicamente.
“El sufrimiento que las personas trans enfrentan en términos de género también es motivo de preocupación para la sociedad que se supone debe abrazar la diversidad en la identidad de género”, expresaron en un comunicado magistrados quienes
En 2017, durante su Examen Periódico Universal en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Japón se comprometió a revisar la ley y pese a la creciente presión nacional e internacional, el gobierno no lo ha hecho.
Transcurrieron solo dos años para que la Corte Suprema de Japón confirmó un fallo de un tribunal inferior de que la ley no violaba la constitución de Japón. Sin embargo, dos de los magistrados reconocieron la necesidad de una reforma.
La población de Japón exige derechos trans y no leyes transfóbicas
Los profesionales de la ONU y la Asociación Profesional Mundial para la Salud Trans instan a Japón a erradicar las pautas discriminatorias de la ley y tratar a las personas trans, así como a sus familias, de la misma manera que a los demás ciudadanos.
Las exigencias para terminar con la discriminación hacia las personas trans también crece a nivel nacional, ya que los profesionales legales, médicos y académicos se pronuncian en contra de la ley.
Incluso el nombre de la ley japonesa refleja la necesidad de reformarla. La referencia a los “trastornos de la identidad de género” está fundamentalmente fuera de sintonía con los estándares médicos internacionales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó los «trastornos de identidad de género» de su Clasificación Internacional de Enfermedades en 2019, y los gobiernos tienen hasta enero de 2022 para actualizar sus sistemas de codificación de diagnóstico, lo que significa que la frase ya no debería estar en los libros.