A principios de mes, Jay Inslee, gobernador de Washington recibió una petición para prohibir las terapias de conversión en el estado, hecho que hoy se ha aprobado mediante una ley que las califica como un delito.
Washington se ha convertido en el décimo estado de Estados Unidos en prohibir la práctica de las terapias que «curan» la homosexualidad. La ley entrará en vigencia en junio de este año. Los otros nueve estados que han prohibido dicha actividad son Nueva Jersey, California, Oregón, Illinois, Vermont, Nuevo México, Connecticut, Rhode Island y Nevada. Sin embargo, la práctica sigue siendo legal en la mayoría de los estados, aunque ciertas ciudades como Cincinnati en Ohio o Miami en Florida han prohibido dicha actividad.
A principios de este mes, el Parlamento Europe votó para condenar la práctica e instó a todos sus estados miembros a prohibirla: «El Parlamento Europeo acoge con satisfacción las iniciativas que prohíben las terapias de conversión LGBT y prohíbe la patologización de las identidades trans e insta a todos los estados miembros a adoptar medidas similares que respeten y defiendan el derecho a la identidad de género y la expresión de género».
Esta es una victoria para la comunidad LGBT que se espera, sea replicada en muchos otros lugares que ponen en riesgo la integridad física y mental de personas que se reconocen como parte del colectivo LGBTTTIQ.