Pues sí manas, todo cool y poderosa y toda la cosa pero ha trascendido, que la Taylor Swift amenazó al estudiante universitario que rastrea sus vuelos y exhibe la huella de carbono que va dejando la popular y poderosa cantante.
Taylor Swift envió una carta de ‘cese y desista’ al estudiante universitario Jack Sweeney, quien ha estado rastreando y divulgando información sobre los vuelos de su jet privado. Este caso se suma a otros en los que Sweeney ha sido amenazado legalmente por figuras públicas, incluyendo Elon Musk.
Detalles de la amenaza legal
Los abogados de Taylor Swift, representados por el bufete de abogados Venable de Washington, acusan a Jack Sweeney de “comportamientos de acecho y acoso” debido a su seguimiento detallado de la actividad del jet de la estrella del pop. Utilizando datos públicos de la FAA y realizando cálculos de emisiones de carbono, Sweeney ha proporcionado información precisa sobre los movimientos de Swift.
Argumento del acusado y la respuesta de Swift
El estudiante Sweeney, defendiendo su actividad, asegura que la información que comparte es de dominio público y solo ofrece un vistazo general de las ubicaciones de Swift. Además, destaca que sus publicaciones se realizan 24 horas después de que el jet aterriza. La respuesta legal de Swift destaca que este rastreo ha causado “daño directo e irreparable” a ella y su familia, generando “angustia emocional y física”.
Implicaciones ambientales
La información divulgada por Sweeney ha desencadenado críticas sobre el uso del jet privado por parte de Swift, especialmente en términos ambientales. Según un informe de Yard, la artista emitió 8,300 toneladas métricas de dióxido de carbono en 2022, 1,184 veces más que el promedio de una persona.
El universitario Sweeney ya había enfrentado amenazas legales de Elon Musk, quien ofreció dinero para eliminar la cuenta que rastrea su avión. A sus veinte años, Sweeney, un estudiante de programación, ha afirmado que su intención nunca fue hacer daño y que simplemente está recopilando “información pública”.
