David Lett, sacerdote de una iglesia protestante estadounidense, trabaja por las noches como artista drag.
Mis escandaliebers, les comparto una nota que, por enésima vez, viene a reiterar que el arte es arte, la fe es la fe, la sexualidad es la sexualidad, y que una cosa no debe de contraponerse con otra.
Resulta que el sacerdote David Lett, un párroco de la iglesia Cristo Rey (una congregación cristiana liberal separada de El Vaticano, con sede en Estados Unidos), es una bella drag queen por las noches.
David es gay, por lo que encontrar un sitio dentro de la Iglesia Católica fue complicado. Siendo joven se afilió a un seminario católico para ser sacerdote.
Sin embargo, poco antes de realizar los votos desistió. Y es que no podía formar parte de una religión en donde le decían que ser gay era un pecado:
“Sentí una gran pérdida cuando dejé el catolicismo romano. Fue como un sueño por algo que había formado parte de mí toda mi vida. Fue duro, fue muy difícil”.
Fue entonces cuando se unió a la iglesia Cristo Rey (la cual le ordenó como sacerdote sin necesidad de hacer sus votos). En este lugar, separado del Vaticano, lo han aceptado tanto como cura como drag queen.
David no tiene ningún problema en combinar su ministerio religioso con el arte drag:
“Es un ministerio, no importa lo que estés haciendo. Si eres drag queen estás atendiendo a la gente en un bar, mucha gente se acerca y te cuenta la historia de su vida”.
Desde entonces, David trabaja en un club nocturno como la bella Lena Lett.
Por desgracia manas, algunas religiones aún viven en dogmas muy cerrados. Es respetable. Pero he aquí una muestra de que la sexualidad no influye en nada cuando tienes una vocación y pasión por servir como guía espiritual y apoyo para tus semejantes.